Sierra Llana, un desierto de nieve

Sierra Llana forma parte de la cadena montañosa del Sistema Central y es el nexo que une el circo de Gredos con la Sierra del Barco de Ávila. A diferencia de los dos espacios antes mencionados, Sierra Llana hace honor a su nombre, y se extiende por más 12 kilómetros sin apenas accidentes geográficos significativos en su relieve, salvo en el pico del Chancho y el pico de Las Batallas que se elevan en medio de las planicie de la sierra, cubiertas en primavera y verano por piornos, pastizales alpinos y pedreros.

 

El Rincón del Trotamundos

Durante los invierno las cimas de Sierra Llana que superan una altitud media de mas de 2000 metros, se cubre de nieve, alcanzado en algunos casos, si el año trae abundantes lluvias y nieve en invierno, de dos a tres metros de espesor. Esta nieve hace posible que desaparezcan los pequeños accidentes orográficos que hay en el relieve de la sierra, incluido claro esta, la cerrada vegetación que crece en la planicie, piornos fundamentalmente, que durante el resto del año colonizan el territorio.

Con la nieve, además de los verdes y altos piornos, desaparecen también las paredes que delimitan los dominios comarcales, provinciales y privados, pues la nieve cubre por completo estas construcciones y hace desaparecer la mayoría de las demarcaciones. Con estos cercados desaparecen, en parte, otras contusiones levantadas por el hombre, es el caso de los refugios, los caminos, y los grandes mojones levantados por el hombre, precisamente para orientarse en los días de mal tiempo; niebla, lluvia y grandes nevadas.

Sierra Llana, es además un lugar estratégico para contemplar la continuidad de la cadena montañosa del Sistema Centra, tanto hacia poniente como hacia saliente. Presentando un relieve muy distinto al que presenta la sierra de Gredos en su conjunto, muy accidentado y caótico por la erosión de los antiguos glaciales que cubrieron estas montañas durante el periodo del cuaternario; garganta de Bohoyo, el mismo Circo de Gredos que tiene su origen en un potente glaciar, el circo de Cinco Lagunas y los circos y lagunas que ocupan la sierra del Barco de Ávila.

Además la zona presenta profundos valles por que discurren caudalosas gargantas que vierten sus aguas a distintas cuencas fluviales. Al norte el paisaje se antoja de transición donde se mezclan las llanuras y valles, con las zonas de berrocal que se elevan a menor altura. Al sur surgen las amplias depresiones del valle del Tietar que desciende paralelo al propio Sistema Central, y solo al fondo se divisan los monte de Toledo y la comarca extremeña de Las Villuercas. Al este el paisaje es abrumador, con el pico de Las Batallas en primer lugar, y más al fondo los picos del Gutre y La Galana, rematándolo, todo el mayor de los espectáculos, las canales Oscuras que ascienden de las profundidades de la Garganta Tejea y culminan en la pirámide del pico del Almanzor.

Al oeste, en primer lugar nos encontramos con el pico del Cancho, muy característico el por su forma cónica ya que en su vertiente norte se alojaba un antiguo glaciar, y al fondo, el Corral del Diablo también con restos de un antiguo glaciar en su vertiente este que da forma a su pirámide final. El pico del Hurraco una espectacular mole de roca, y el pico de La Covacha máxima altura de la sierra del Barco. En el fondo, la interminable garganta de Los Caballeros, también de origen glaciar que nace en la laguna del mismo nombre y desciende serpenteando hasta verter en el río Tormes.

En definitiva, un paisaje el que se contempla desde lo alto de Sierra Llana que atrae, inevitablemente, la mirada de quienes suben a este promontorio, especialmente en pleno invierno, cuando la nieve cubre de forma uniforme estas sierras convertidas en una especie taiga nevada en la que la vista se pierde en la lejanía sin apenas obtener un punto de referencia en el que orientarse o poder calcular la distancia.

Por ello Sierra Llana, dicen los paisanos de los pueblos cercanos, es un lugar peligroso en los días de mal tiempo; con viento, lluvia, niebla o ventisca pues al no encontrar puntos de referencia es fácil extraviarse y tomar una orientación equivocada y dar vueltas sobre si mismo o bien despeñarse por alguno de los precipicios que hay tanto al sur como hacia el norte. De hecho no se aconseja subir a la sierra en los días malos, y especialmente, en los días de invierno cuando el frío en la zona es intenso y las nubes tapan el relieve de la sierra.

En cambio en los días buenos, cuando la sierra se halla cubierta por la nieve, es un autentico deleite subir hasta sus llanuras alpinas y disfrutar de interminables caminatas con raquetas si la nieve esta blanda, con crampones si esta dura, o con esquís de travesía para practicar este fantástico deporte en plena sierra y disfrutar de la soledad que reina en estos aislados parajes, donde es posible que no se encuentre en todo el día ni un solo alma.

Sierra Llana, a pesar de su aparente aislamiento, donde apenas se dan cita el turismo de masa, es una confluencia de caminos, rutas de montaña y senderos, tanto de aquellos que discurren por las cumbres de la sierra, como de aquellos otros que cruzan de norte a sur y viceversa, y también de los caminos locales que unen los pueblos asentados en los valles cercanos.

Quizás el sendero más conocido y también el mas peculiar por su señalización con grandes hitos de piedra, sea el camino de La Guía, este une las localidades de Bohoyo y Navalonguilla situadas ambas en la vertiente norte, cuenca fluvial del río Tormes, con la localidad de Madrigal de la Vera situada en la vertiente sur y perteneciente a la provincia de Cáceres.

El camino de La Guía, es un histórico camino de trashumancia por el que los campesinos de ambas vertiente se comunicaban y transportaban productos agrícolas y ganaderos. Fue tan importante este sendero que en su travesía por la sierra se halla marcado por mojones de piedra de una altura de más de tres metros y una separación entre uno y otro de unos cincuenta metros. Estos hitos se levantaron para que en los días malos de lluvia, ventisca y niebla los transeúntes que atravesaban la sierra por este sendero no se desorientasen y perecieran en medio de la sierra.