Entre montañas y angostos valles bañados por el río Francia, el viajero descubre un silencioso paisaje dominado por el frondoso bosque Mediterráneo que tapiza las laderas de la montaña y cubre de vegetación los cauces de los arroyos y el curso de los ríos. Un paisaje en el que se asientan históricos pueblos serranos que esconden una bella arquitectura tradicional, cuyo legado armoniza con el bravío paisaje de su entorno.
El Rincón del Trotamundos
En este idílico territorio, de naturaleza salvaje y una dilatada historia medieval marcada por los pueblos que la habitaron desde tiempos inmemorables, se asienta una de los establecimientos rurales más acogedores y atractivos de la zona salmantina de la Sierra de Francia, donde el viajero amante de los grandes espacios naturales se siente en plena libertad para pasar unos días alejado del mundanal ruido y la contaminación de las grandes ciudades. Además del cómodo alojamiento, la zona dispone de multitud de posibilidades para disfrutar de la naturaleza, los deportes de aventura, la fotografía, los paseos por los pueblos medievales, y los recorridos a pie por los espacios naturales de Las Batuecas-Sierra de Francia y Las Hurdes.
Cualquier estación del año es apropiada para conocer este enclave natural, pero si hubiera que elegir alguno de ellos, este sería el otoño, una estación que se alarga en el tiempo pues en esto profundos valle se mantiene durante todo el año una especie de microclima, lo que hace que la gran variedad de especies arbóreas que crecen en este territorio, en su mayoría de hojas caducifolias; castaños, robles, cerezos, viñedos, avellanos, nogales y sauces, muestran sus bello encanto otoñal durante varios meses. Especies que se mezclan con el verde perenne de los olivos, el acebos, el durillo, los pinos, el alcornoque, el madroños y el frondoso sotobosque que tapiza la sierra con jaras, brezos y cantueso.
Sotoserrano es un enclave rural histórico dentro de la Sierra de Francia, Salamanca. Si deseas pasar unos días en plena naturaleza respirando el aire puro que proporcionan los bosque centenarios y bien conservados, ríos de aguas cristalinas que bajan de las montañas, y una arquitectura rural excepcional, ese lugar se encuentra en la Sierra de Francia. Sotoserrano es el lugar ideal para descubrir parajes naturales tan bellos como Las Batuecas, y la comarca extremeña de Las Hurdes. Pueblos tan singulares como La Alberca, Miranda del Castañar, Mogarraz, San Martín del Castañar, Cepeda, Villanueva del Conde, Monsagro, Monforte, o La Herguijuela.
Sotoserrano se encuentra situado en pleno corazón de la Sierra de Francia, en la confluencia de antiguos caminos que unen diversos territorios, la singular comarca extremeña de Las Hurdes con sus típicas alquerías, la Sierra de Gata con su noble y señorial arquitectura, y peculiar idioma (A fala), la Sierra de Béjar donde practicar deportes de invierno extremos, la popular villa serrana de Candelario anclada en plena sierra y la Calzada de La Plata que discurre entre ambas mesetas.
La penillanura adehesada salmantina de Ciudad Rodrigo que se extiende hacia la frontera portuguesa, y la ciudad Charra de Salamanca. Un territorio fronterizo entre Extremadura y Castilla y León donde confluyen los ríos Francia, Cuerpo de Hombre, Sangusín, Ladrillar y el Batuecas, formando todos ellos un mosaico de profundos valles y sucesivas elevaciones que desdibujan un relieve geológico de singular belleza, paisaje que hechiza al viajero que se adentra en esta comarca del sur de Salamanca.
A partir de Sotoserrano, podemos realizar un buen número de actividades al aire libre por la Sierra de Francia y su entorno, tanto en la parte salmantina, como en la zona cacereña. En El Parque Natural de Las Batuecas, se hallan señalizados varios senderos que discurren por el valle y sus laderas. Por el valle hurdano del Ladrilla transita la famosa ruta de Alfonso XIII, junto con otros senderos de pequeño recorrido.
Del pueblo de La Alberca, parte la ruta que sube a la Peña de Francia y continua a Monsagro por el valle del río Agadón. De Mogarraz sale la Senda del Agua, un camino circular apropiado para hacer con niños. Del mismo pueblo de Sotoserrano arranca una ruta señalizada, también circular, que recorren la sierra y enlaza con varios pueblos serranos; San Esteban de la Sierra, Miranda del Castañar, Monforte, Madroñal, y Herguijuela. Un ramal del sendero de largo recorrido GR-10 atraviesa este territorio de este a oeste, uniendo igualmente varios pueblos y comarcas cercanas.
Además del baño en el río Alagón y el Ladrillar durante el verano, en los meandros del embalse de Gabriel y Galán se puede practicar todo tipo de deportes náuticos, piragua, vela y natación. Ni que decir tiene que la zona ofrece un sinfín de posibilidades para disfrutar de los recorridos en bicicleta de montaña, alternando pequeñas carreteras, con pistas y senderos, a cual más atractivos y sugerentes que discurren por los valles, las laderas de la sierra cubiertas de bosques y pasan por pequeños puertos de montaña que hacen de miradores.
Junto con los valores ambientales y culturales que el viajero encontrará en su estancia en la Sierra de Francia y su entorno, tambien podra disfrutar de la rica y variada gastronomía de la zona que ofrece auténticos manjares para degustar en los establecimientos especializados, tanto para consumir durante los días que pasemos en la comarca, como para llevar, no en vano el jamón y otros derivados de Sotoserrano son afamados en todo el mundo.
QUE HACER EN LA SIERRA DE FRANCIA Y SU ENTORNO
La Sierra de Francia, es la prolongación de la cadena montañosa del Sistema Central peninsular en su parte más occidental, sus elevaciones hacen frontera entre las comunidades de Castilla y León y Extremadura.
Ruta en BTT por el meandro del río Alagón. Ruta circular por la zona baja de Las Hurdes y que pasa por el espectacular Meandro del Melero que se puede divisar desde el mirador de La Antigua. La ruta parte del pueblo de Ríomalo de Abajo sube hasta el mirador y continua por una pista de tierra hasta enlazar con la carretera de Coria para regresar al pueblo.
Camino del Agua. Dentro del Parque Natural de Las Batuecas-Sierra de Francia, el intrépido viajero amante de la flora y la fauna en su estado salvaje, encontrará un auténtico paraíso donde disfrutar, no solo de los grandes paisajes rurales y de montaña, también de un espacio natural excepcionalmente bien conservado.
Sendero de Los Prodigios. Rutas conocidas por la Sierra de Francia conocida por casi todos, pero que nos ha sorprendido con las nuevas “adquisiciones” museísticas y la nueva señalización que hace que ya no se pierda nadie haciéndolas.
Río Agadón y Monsagro. Si bien es cierto que cada estación de año tiene su encanto, hay momentos que estamos esperando que llegue la siguiente para disfrutarla a tope. Ya olvidado el verano, estamos esperando que explote el otoño con sus matices de colores amarillentos y rojizos, con sus cielos cálidos, con sus olores y con sus frutos.
Sendero de Alfonso XIII. La comarca de Las Hurdes encubre un fragoso paisaje en el norte de la provincia de Cáceres, sur del Sistema Central, con pronunciadas inclinaciones del terreno, angostas gargantas que descienden de lo alto de la sierra y excavan profundos valles en las pizarras cámbricas.
Sierra de Béjar y Candelario en invierno. El día se presenta radiante, apenas hay nubes en el cielo y las que hay son nubes altas. Desde las calles de Béjar, la sierra se ve limpia de nubes, cubierta por un manto inmaculado de nieve caída la noche anterior.
Pantano de Gabriel y Galán. Travesía en piragua desde el pueblo abandonado de Granadilla hasta la alquería de Martinebrón, remontando las aguas del río Alagón. Una aventura por parajes solitarios de entre sierra, meandros que nacen de las gargantas y arroyos.
Parque Natural de Las Quilamas. Con los fríos de finales de otoño retazos de nubes bajas se adentran por los valles de las Quilamas componiendo imágenes evocadoras de antiguas leyendas que nos hablan de lances amorosos y misteriosos sucedidos entre estas peñas.
Salamanca. Las tres caras de la ciudad de Salamanca Ciudad abierta de Corazones rotos, esculpidos sobre piedras milenarias, que aún viviendo del pasado rebosa de juventud, fiesta y ambiente universitario. El arte del medievo y el esplendor del renacimiento, atesorados durante siglos, se funden en un espacio armónico en esta bella ciudad.
