LAS MUJERES BANDARI EN EL MERCADO DE MINAB

Extracto de mi diario de viajes:

Nos encontramos en Bandar Abbas, en el sur de Irán tocando al Golfo Pérsico. Llegamos ayer con un autobús nocturno desde Kermán y visitamos la ciudad que no tiene apenas interés pero tiene mar y después de estar varios días por el desierto, nos apetecía llegar hasta aquí aunque el calor es sofocante.

Bandar significa puerto en persa. Lo recorrimos paseando y vimos llegar unos cuantos barcos, sobre todo lanchas, parece ser que es un lugar importante de “negocios” es decir, de contrabando, según nos han comentado. También recorrimos el bazar y nos sorprendió la diversidad de culturas donde conviven árabes de Qatar, de los Emiratos, Bahrein, y de Afganistán, Pakistán… etc. La mayoría de sus habitantes hablan bandari, un dialecto del farsi.

Hoy queremos visitar el Panjshambe Bazaar, el mercado que se puede visitar cada jueves en Minab. Se encuentra a unos 80 kilómetros de Bandar. Tenemos información que es uno de los mercados más famosos y llamativos de todo Irán, famoso por las mujeres Bandari.

Son las siete de la mañana y hace ya mucho calor pues este lugar es uno de los más calurosos de todo el país. Nos dirigimos a los “saaris” que son unos coches taxi compartidos que hay que buscarlos un poco pues no hay parada que lo indique. Preguntamos a los locales y nos indican dónde dirigirnos.

Sobre las 9 llegamos a Minab. El mercado se encuentra un poco a las afueras a unos dos kilómetros. Ya en el mercado encontramos una gran explanada donde podemos ver a las mujeres Bandari vender sus productos locales. También hay otras mujeres vestidas con largos saris coloridos muy al estilo indio. Es un mercado con mezcla de estilo africano e indio donde la mayoría de mercancías se exhiben en el suelo. La mayoría de los vendedores se acercan de los poblados de alrededores y ofrecen carne, frutas, verduras, telas, pañuelos, burkas, zapatos, ropa, alfombras… También hay la sección de pescado en una zona cubierta donde también se venden frutos secos, utensilios de plástico y menajes de cocina.

Las mujeres Bandari viven en la zona del Golfo Pérsico. Utilizan el “Burka” que son las llamativas máscaras tapando gran parte de la cara que no cubre el chador a excepción de los ojos, que es el único punto de conexión al mundo exterior. El color predominante es el rojo pero también se permiten variaciones como negro, colores mezclados, adornándolas con lentejuelas .Debajo de la máscara llevan incluso un velo para ocultar la barbilla y la frente. Algunas llevan un tipo de máscara negra que les permite ver las facciones pues están realizadas en tela fina de seda. Debajo del chador utilizan pantalones ajustados. Me fijo en las manos que están tatuadas y algunas las llevan pintadas con henna. Algunas fuman el “qalyan” mientras venden sus productos.

Parece ser que este tipo de máscaras se introdujo como accesorio de belleza con la llegada de los portugueses hace unos quinientos años. Otras mujeres llevan como accesorio el “shamat” una pieza de sari indio en alegres colores azules, naranjas, rosas y floreados. Otras llevan el típico chador de otras partes del Golfo y del resto del país que es el típico velo negro sin crear formas evidentemente.

Intento contactar con las mujeres Bandari para poder comprar algo y así poder familiarizarme con ellas. Al principio creen que soy una turista iraní debido a mi vestimenta pero con mis cuatro palabras en farsi intento comunicarme con ellas aunque enseguida me descubren y se quedan un poco desorientadas pensando de donde he salido. Me pongo en cuclillas para hablar con ellas pues todas están sentadas en el suelo, a excepción de algunas que van paseando.

Puedo decir que sus ojos son impresionantes llenos de magnetismo. Me encantaría poder ver sus caras, acceden a que les haga alguna foto aunque no es fácil pues son muy tímidas lógicamente, las toco y algunas se ríen, otras quieren lógicamente que les compre. Les pregunto donde puedo encontrar las máscaras rojas pues me quiero llevar una de recuerdo, me indican, cuesta encontrarlas pues el mercado es grande pero al final las localizamos.

Una mujer muy mayor que lleva un burka como metálico, al verme comprar las máscaras me ayuda a ponerme una. Aprovecho para ponérmela pues quería por unos momentos saber lo que se siente.

Sin comentarios…

Texto y fotografía de Merche Gallart