Conocer Berlín y el resto de Alemania de primera mano

Vivimos un nuevo tiempo lleno de incertidumbres, de preguntas sin respuestas y de cambios sin precedentes para la humanidad, pero todos esos conceptos no deben condicionar nuestra vida, como no condicionan la evolución de la naturaleza. Este nuevo tiempo, puede que incluso nos sea favorable para nuestro enriquecimiento social y personal como sociedad y como individuos, racionalizando todo cuanto nos rodea en este mundo en el que la diversidad global nos hace más fuertes y más ricos interculturalmente, de la necesidad de seguir viajando por el mundo, de interrelacionarnos con otros pueblos y conocer nuevos destinos. 

El Rincón del Trotamundos.

Hay muchas razones por las que el viajero prefiere conocer Berlín antes que otras ciudades de Alemania, y es que esta ciudad no ha cesado de cambiar a lo largo de su turbulenta historia. Pasear hoy por el centro de Berlín es recorrer varios Berlines en uno mismo; el imperial, el de los tiempos de la Ilustración, el de la época nazi, el de la guerra fría, y aquel que transita en los primeros tiempos del XXI, un Berlín, vivo, cambiante y acogedor que mira con optimismo al futuro aunque este sea incierto y complejo.

Los iconos que describen los últimos dos siglos de la capital alemana se concentran entre el parque Tiergarten y el barrio de Mitte, en este largo itinerario el viajero descubrirá la continua transformación berlinesa habida durante los dos últimos siglos. Dividida durante casi treinta años por una barrera de hormigón levantada tras la Segunda Guerra Mundial, Berlín evolucionó de forma distinta en sus dos partes lo que quedó marcado para siempre en su organización, el trazado urbano, y la singular arquitectura de la ciudad, hecho que se puede apreciar durante el recorrido.

Como puede comprobar el viajero, en las calles de Berlín, y en sus emblemáticos edificios, han quedado inscritas, a menudo superpuestas por capas y más capas, las huellas de una historia que resulta a veces trágica a la vez fascinante y difícil de descifrar de una solo mirada. Es algo así como si su historia se ocultase bajo cada una de las capas de pintura que a lo largo del tiempo sus habitantes hubiesen tratado de ocultar por miedo a descubrir los fantasmas del pasado que atenazaron la vida de esta ciudad.

Para conocer afondo Berlín y su historia, lo mejor es contratar con antelación a nuestro viaje alguno de los muchos Tours que se ofertan en la ciudad, cultourberlin tiene varios circuitos, todos ellos son de gran interés histórico y cultural. Algunos de sus recorridos comienzan en el Barrio de San Nicolás y terminan en la puerta de Brandemburgo, pasando por lugares tan emblemáticos como la catedral de Berlín, la Isla de los Museos, la plaza de la Ópera, el antiguo Muro de Berlín, la Potsdamer Platz, o el Memorial del Holocausto, entre otros interesantes lugares.

Para los amantes de los monumentos naturales, El Parque Tiergarten es uno de los espacios verdes más atractivos de Berlín, sobretodo si visitamos la ciudad durante el otoño o la primavera. En el centro del parque se encuentra la famosa columna de la Victoria, erigida entre  los años 1864 y 1871 para conmemorar los sucesivos triunfos del ejército prusiano sobre Dinamarca, Austria y Francia que simboliza un retazo de la historia de Alemania. Para los berlineses, este antiguo Coto Real de caza, es el lugar preferido para pasear y disfrutar de la naturaleza, o simplemente, para sentarse frente al lago y contemplar la quietud de sus aguas y escuchar el canto de los muchos pájaros que en este jardín.

La gran avenida Unter den Linden nos lleva directamente al barrio de Mitte. Pasear por esta avenida  es uno de los placeres más irresistibles de todo viajero que visita la capital alemana. Flanqueada por ejemplos arquitectónicos del Berlín ilustrado como  la Biblioteca Nacional, la Universidad Humboldt y la Neue Wache de Schinkel. La avenida desemboca en la Isla de los Museos. En esta avenida se encuentran también dos de las tres compañías de ópera de la ciudad, y el Foro de Federico, un lugar de triste recuerdo en el que los nazis consumaron el acto de la quema de libros.

La puerta de Brandemburgo, joya de la arquitectura neoclásica, con su especial belleza sintetiza el espíritu de la Ilustración. La Cuádrigra de bronce concebida como símbolo del país, se vio pronto arrastrada por el huracán de la Historia cuando Napoleón Bonaparte ocupa la ciudad en 1806, y la envía a parís como trofeo de guerra. Tras la derrota de las tropas napoleónicas en 1814, la Cuádrigra regresa a Berlín y se convierte en un emblema de la victoria. En 1933 vio desfilar bajo sus arcos a las cortes nazis y durante la guerra fría, despojada del águila y la cruz, fue símbolo de la división de la ciudad, pues el muro que dividía Berlín pasaba a pocos metros.

No lejos de la Puerta de Brandemburgo se encuentra  situado el Reichstag, un edificio emblemático del Berlín imperial y en la actualidad sede del Parlamento alemán, que fue construido en 1894. En este lugar se escenificó en 1945 la histórica rendición del nazismo y el final de la segunda guerra mundial, acto que fue conmemorado por la célebre fotografía en la que unos soldados del ejército rojo vencedor del nazismo, colocan una bandera soviética en la azotea del Reichstag.

Buscando, encontramos la avenida Karl-Liebknecht que conduce a lo largo de un paseo a la plaza Alexander, presidida por la fuente de Neptuno, obra neobarroca inspirada en las fuentes romanas de Bernini, y por el Ayuntamiento de la ciudad, un edificio de ladrillos rojos que emula la arquitectura de la Italia renacentista. Junto al barrio de San Nicolás se encuentran las estatuas de los fundadores del marxismo, Friedrich Engels aparece de pie y Karl Marx sentado con las manos apoyadas en las rodillas. Un lugar que suele estar muy concurrido por viajeros de todo el mundo que rinden homenaje a estos dos grandes pensadores.

Berlín cuenta con numerosos museos, algunos de ellos se encuentran situados en la llamada Isla de los Museos ubicados junto a la Catedral. Estas galerías albergan valiosas colecciones de arte griego y egipcio, entre otros, traídas de todo el mundo, unas como expolio de los países que fueron colonizados por Alemania, otras adquiridas a coleccionistas y mercaderes que negociaban con el arte de otros pueblos, y algunas otras, como botín de guerra. Además Berlín cuenta con más de 130 museos dispersos por toda la ciudad que acogen un amplio legado histórico y cultural. Todo un gran aliciente para quedarse más días en Berlín y disfrutar de los tesoros que guarda esta ciudad entre sus muros y que de seguro enriquecerán el acervo cultural del viajero.

El nuevo Berlín es representante del mestizaje y las contradicciones urbanas del siglo XXI, la capital alemana  vive con imaginación el presente, y el futuro, sus viejos barrios ven nacer los nuevos templos de la música techno entre rascacielos y viejos almacenes rehabilitados donde surgen un sinfín de iniciativas al estilo futurista que se esparcen por la ciudad y sitúan a Berlín entre las metrópolis más atrevidas del siglo XXI.

La arquitectura contemporánea ocupa un lugar importante en el Berlín de nuestros días, cuyos exponente más controvertido entre los alemanes es precisamente la sede del Parlamento. Este original edificio de trazos sencillos, blancos muros y amplios lienzos de cristal está pensado para que el interior reciba mucha luz natural através de una cúpula de acero y vidrio, diseñada por el arquitecto Norman Foster, es un símbolo de la evolución constante de la capital alemana. El moderno edificio del Sony Center es el emblema del vanguardismo que envuelve el eje comercial berlinés de Postdamer Platz, punto neurálgico de la ciudad y una de las zonas más modernas.

La capital alemana no es especialmente bella en su conjunto, y difícilmente sería capaz de competir con otras joyas urbanísticas de los países vecinos. Su fisonomía no puede esconder las avenidas anchas  e inhóspitas, especialmente durante el invierno, ni los sacrilegios arquitectónicos cometidos antes y después de la Segunda Guerra Mundial. Pero eso es, quizás, lo que hace de Berlín, un lugar especial y difícil de describir para el visitante. Un recorrido por sus calles permite descubrir de inmediato que éste no es un museo de piedra como puede suceder con alguna otra ciudad de la vieja Europa, que la vida no ha pasado aquí de largo sino que ha dejado su imborrable huella y sigue marcando el presente y el futuro de la ciudad y del pueblo berlinés.

Con el inicio de la temporada de Navidad, y aunque todavía queda lejos, en la mayor parte de las ciudades alemanas, tienen lugar en plazas importantes, avenidas y centros neurálgicos, la celebración de mercados a los que acuden numerosos berlineses y visitantes. Berlín, junto a Múnich, no son una excepción y desde finales de noviembre organizan por toda la ciudad estos populares mercados, en los que se ofrece de todo para la compra de Navidad. Estos gozan de una gran popularidad, no solo en Alemania, también a nivel mundial. Además para acompañar estas fechas festivas en las ciudades se organizan conciertos y otros  aventos culturales, se iluminan los edificios y las calles lo que lo que realza la belleza de los grandes espacios arquitectónicos.

De Berlín, el viajero no sólo se puede llevar a casa un trozo del antiguo Muro, entre otras razones por que hoy nos encontramos con tantos muros levantados a lo largo del mundo que la caída de este ya no es ningún símbolo, sino también la sensación inolvidable de haber pisado la historia, el presente y el futuro, con sus propios pies, y haber contemplado in situ, una ciudad multirracial y multiétnica, que se percibe en movimiento y en continua transformación, sin prejuicios y sin complejos por su pasado histórico. Cada uno de los barrios de la ciudad germana ha sabido desarrollar una personalidad propia, modelada a golpe de alegría y tristezas, despedidas y reencuentros que han marcado, y marcan el devenir de una ciudad y de un pueblo.

Para conocer Berlín en los primeros pasos, mejor si lo hacemos guiados por los servicios de alguno de los Tours que se ofertan en español para realizar un primer recorrido por la ciudad. En este caso, y por nuestra experiencia, recomendamos contratar cultourberlin. Esta agencia, liderada por la española Maria Miguel, por sus años de experiencia ofreciendo tours en español en Berlín, y servicios a medida en todo Alemania con cultour-incoming, es todo un lujo y una garantía si queremos conocer a fondo la ciudad y su historia, pues, además del exquisito trato que ofrecen a quienes contratan sus servicios, disponen de guías locales con mucha experiencia y conocedores a fondo de la ciudad y su historia, llegado el caso, pueden ayudarnos para que nosotros mismos podamos movernos por Berlín y otras ciudades alemanas como Múnich.

Para los tours en español por Berlín visita su página www.cultourberlin.com y para el resto de Alemania consulta su web www.cultour-incoming.com o bien sigue su cuenta de instagram: @cultour_incoming donde además podrás ver sus videotours que han realizado durante la pandemia del covid-19.

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