Por los Parques Nacionales de California (1ª parte)


Rincón del Trotamundos. Javier San Sebastián Aller. 22/5/2012

Nos llegaba el momento de conocer algunos de los Parques Nacionales situados al Oeste de Las Vegas. El objetivo más deseado era Yosemite, pero teníamos que pasar por otros lugares que iban a seguir dejándonos boquiabiertos.

Death Valley.

El nombre Valle de la Muerte no parece que sea la mejor tarjeta de presentación, y menos si sabemos que es la parte más caliente y seca de Norteamérica, así que yo iba con un poco de prevención.

El paso por este valle iba ser toda una experiencia, comenzando por el alojamiento en el “Amargosa Ópera House”, un hotel inquietante situado en el medio de la nada, a las puertas del desierto, construido por el capricho de una bailarina. Como muestra, un cartel en el baño donde se avisa que deben revisarse las toallas y los zapatos por si acaso hay escorpiones.

Llegamos a un lugar de observación, Zabriskie Point, todavía con noche cerrada, para disfrutar del espectáculo del amanecer. Mis reservas con respecto al lugar hacía tiempo que habían desaparecido. Los cambios de luz hacían resaltar los relieves y colores de coladas de lava, montañas erosionadas, dunas, salinas y afloramientos minerales.


A pesar de la dureza del terreno, desde finales del s. XIX hasta mediado del XX se extrajo bórax, un mineral con múltiples usos.

Antes de que el sol tomara fuerza, caminamos por el “Golden Canyon”, capricho tallado por las tormentas, “Devil’s Golf “ y “Badwater”, depresiones  realmente diabólicas donde las formaciones de sal cristalizada prácticamente impiden poner el pie. La altura bajo el nivel del mar en el punto más profundo es de 86 m.


A partir de cierta hora, los recorridos sólo pueden hacerse con el coche, y el parque está preparado para ello. Hay que pensar que aquí se llegó a registrar una temperatura record de 56,7 ºC. Afortunadamente nosotros tuvimos temperaturas soportables.

Antes de salir del valle pasamos por “Artist Drive”, una carretera sinuosa desde la que los paisajes en efecto hacen recordar la paleta de un pintor. Más adelante, vemos las dunas, las elevaciones de salida y al fondo, casi sin solución de continuidad,  la cordillera de la Sierra Nevada, donde nos dirigimos a continuación. Como un contrasentido, a menos de 100 km del punto más bajo de los USA divisamos la montaña más alta de los Estados continentales, excluyendo Alaska: el Monte Whitney (4.421 m). Desde el desierto, se divisan con claridad los glaciares.

Yosemite

Comenzamos por la parte Este, para atravesar el Tioga Pass, con la inquietud de no saber si la nieve nos lo permitiría. La ventaja que supuso el descenso de temperaturas mientras estábamos en el Valle de la Muerte, podía haberse convertido en un problema serio si no hubiéramos podido entrar por este lado. Tras comprar unas cadenas para el coche (son obligatorias y los guardas pueden impedir la entrada si no las llevas), comenzamos el ascenso a la zona de Toulumne Meadows.

Las primeras imágenes nos muestran la alta montaña. Picos helados, moles graníticas, lagos de postal y grandes masas de coníferas. No se puede dejar el coche sólo en los aparcamientos que sirven de base a los recorridos señalizados, pues los osos huelen la comida y podrían arrancar las puertas, con el inconveniente para los visitantes y el peligro que puede suponer para ellos mismos. Está prohibido y para evitarlo existen contenedores metálicos preparados donde dejar cualquier cosa que huela.

El calor de la mañana produce una bruma sobre la superficie de los lagos que aumenta la belleza. Las montañas nevadas, los pinos, el reflejo de un cielo cada vez más azul, provocan una sensación de estar en un lugar mágico. Una vez más agradezco la previsión de traer tarjetas de memoria de repuesto para la cámara de fotos.


La carretera atraviesa grandes bosques, donde contemplamos por primera vez las sequoias gigantes, antes de dar vista, primero desde lo alto y luego de frente al valle de Yosemite (si queréis entenderos allí, “Yosémiti”).


Penetramos en el inmenso valle glaciar y voy encajando entusiasmado por su forma a los famos Capitán, Half Dome o Catheral Rocks, junto a enormes cascadas. Otra vez (¿cuántas van ya?) nuestras expectativas se ven superadas. A pesar de la información previa que acumulamos, lo esperado, y en mi caso, soñado, se queda corto.


Tuvimos el acierto de contratar el alojamiento en una de las cabañas de valle, concretamente en Curry Village. Desde allí es mucho más sencillo organizar excursiones y, ¡vaya que si lo aprovechamos!

Hacemos una ruta a las cascadas Vernall y Nevada. El agua que cae con gran fuerza se pulveriza y además de provocar un arco iris inolvidable, nos cala queramos o no. Igual que otras veces, se nos hace de noche regresando.


El día siguiente subimos junto a las Yosemite Falls, la caída de agua más alta de Norteamérica y la quinta del mundo, 739 m en tres saltos consecutivos.  El aumento de temperatura provoca el deshielo de la gran nevada de los días anteriores y nos ofrece imágenes inolvidables.


Otros reportajes de Estados Unidos publicados en El Rincón del Trotamundos:

Por los Parques Nacionales de Arizona.

Por los Parques Nacionales de UTAH.

Yellowstone y Grand Teton. Parques Nacionales de EEUU.

Desiertos de California. El Valle de la Muerte.

Desiertos de California: Joshua Tree N.P.

Tierras Indígenas de la Gran Cuenca.

Retazos de un viaje fronterizo entre Estados Unidos y Canadá.

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