VIAJANDO POR LOS PARQUE NACIONALES DE ESTADOS UNIDOS
Recuerdo como una de las experiencias más impresionantes, sin entrar en una competición de cual es la más, los recorridos por los infinitos desiertos y estepas por la zona de The Four Corners, “Las Cuatro Esquinas”, es decir la confluencia de los estados de Arizona, Utah, Colorado y Nuevo México. Sensación de soledad, de conducir 4 horas y la extraña sensación de no habernos movido del sitio. Habiendo dejado atrás el Gran Cañón del Colorado, sumergidos en las carreteras que recorren la llanura, escuchando a J.J. Cale alternado con programación en castellano, hopi y navajo en la radio del coche, llegamos a Monument Valley.
Atrás han quedado Little Canyon y Cameron. Instalamos nuestra tienda de campaña en el desierto. Hay una gasolinera que es además supermercado y lugar de reunión de la gente del desierto. Sólo se oye hablar navajo. Nos invitan a comer algo con ellos y descubrir un poco del mundo indígena en la América del siglo XXI. Estamos en una gran reserva india: 100.000 km 2, un país.
Nos cuentan que la gente jóven sale de la reserva para alistarse en el ejército, trabajar en Los Ángeles, San Francisco, Portland, Phoenix, Denver, … pero que antes o después se vuelve a la reserva para quedarse a vivir. Se vive en casas prefabricadas pero por lo general se prescinde de cosas como la electricidad y se vuelve a las raíces de la raza.
Monument Valley, las rocas desnudas y afiladas en medio del desierto, que inevitablemente hacen recordar las tardes de los sábados viendo las películas de John Ford en las televisiones en blanco y negro. El polvoriento poblado navajo de adobe en el fondo de un cañón que corta la llanura. El extraño paisaje de Bryce Canyon a 3.000 metros de altitud. Las infinitas terrazas del Grand Staircase Escalante. Las dunas fósiles y el cañón de Zion. Una vida, un mundo.
Texto y Fotografía de Juan José Ramos Encalado
las fotografis son bastante buenas ☺