Fabricándose una pala groenlandesa

 

Javier Peña Gomez


En el verano del 2007, participamos en nuestra primera quedada de kayak de mar, en las Rías Bajas, organizada por los hermanos Blanco. Partimos desde Areas y pasamos el fin de semana en la isla de Ons. Todo era nuevo para nosotros, que proveníamos del piragüismo de aguas de interior. Nos llamaron la atención las elevadas proas de los kayaks, diseñadas así para sortear con mayor agilidad las olas, y los remos de madera con palas finas y alargadas que utilizaban algunos compañeros.

 

Pues bien, se trataba de palas groenlandesas. Son palas usadas tradicionalmente por los Inuit de Groenlandia. Están fabricadas a mano, con las medidas antropométricas del palista, (ancho de hombros, estatura, manos…), su diseño se adaptaba al medio glacial en el que las utilizaban los palistas nórdicos: hojas estrechas y alargadas para facilitar los esquimotajes y pértiga corta que proporciona un agarre fácil incluso estando recubierta de hielo.

Para nosotros, los europeos, hoy en día, estas palas se están popularizando por su facilidad para realizar determinadas maniobras habituales en el kayak de mar, como apoyos y esquimotajes, y por permitir remar durante muchas millas con un menor esfuerzo. Y más importante, el hecho de utilizar estas palas, está motivado por el romanticismo de remar con algo fabricado por uno mismo, sacado de un tablón después de mucho cepillo de testas, mucho lijar y mucho dibujar, a imagen de las que utilizaban los Inuits de la costa oeste de Groenlandia.

Hace unos meses en las Xornadas de Muxía de Kayak de Mar tuve la oportunidad de adquirir un tablón de cedro rojo canadiense, y la suerte de contar con la ayuda de Resti, un buen amigo, que nos ha enseñado, en su casa, en medio de un bosque de Cantabria, en la localidad de Viérnoles, el pequeño arte que supone fabricarse estas palas.

Han sido varios fines de semana los que hemos dedicado a hace pala: se dibuja sobre el tablón en primer lugar, después se comienza a desbastar la madera con el cepillo de testas, se vuelve a dibujar, se rebajan los cantos y se libera la pértiga, a continuación, con el bastrén se eliminan los ángulos y aparecen ya las formas curvas que definen la pala. Con la gubia se tallan los hombros que servirán de tope a las manos… y un buen lijado final, nos deja la pala lista para que se apliquen varias capas de aceite de tung, que la harán impermeable y duradera.

 

Después del trabajo realizado, ya está lista para el bautizo. Destino, Santander,  un buen fin de semana en el mar, que nos recibió con oleaje moderado y sol invernal muy agradable, sirvieron para recorrer las primeras millas naúticas con esta nueva pala groenlandesa, que nos proporciona nuevas sensaciones y abre muchas posibilidades de aprender nuevas técnicas en el kayak de mar, y al mismo tiempo, nos acerca un poquito al mundo esquimal.

Alguien dijo que todo el que prueba una pala tradicional, jamás vuelve a remar con una europea. Me parece que quien lo dijo… llevaba mucha razón.

LA TIENDA NÁUTICA

4 thoughts on “Fabricándose una pala groenlandesa

  1. ¡Toma ya! ¡Pala y bocata tradicional!
    Supongo que al ser tan estrecha la fuerza que hay que hacer para impulsar es menor y que el tacto del mango de madera pulida es mucho más agradable… ya me lo explicaras.
    ¿Qué pone en la inscripción?
    ¡Te ha quedado muy bonita!

  2. hola, hoy un amigo me comento sobre este tipo de pala, soy de argntina vivo junto al rio parana y remo hace demasiados años, me gustaria fabricar una de estas palas pero no encuentro las proporciones y dado que se hacen a medida te solicito me envies el procedimiento via mail, prometo mantenerlo para mi y de informarles como me fue, un abrazo

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