Autor. Gerald Benedict. Editorial Blume
Un libro más que interesante, con su lectura te hace reflexionar acerca de los pasos hacia atrás y hacia delante que ha dado la humanidad durante su historia, e incluso en algunos momentos de la lectura, reflexionas y no sabes muy bien si en realidad hemos avanzado tanto como dicen, o a tenor de los conocimientos que ya tenían esto pueblos hace más de dos mil años, en realidad hemos retrocedido. El libro recoge vintiún predicciones que alcanzarán su pleno sentido cuando el mundo se acerque al final de su ciclo de 5.200 años; según las profecías, en ese momento se producirán cambios radicales en nuestro modo de vida.
Desde la sincronización galáctica y la conciencia cósmica hasta la profecía que apunta a la necesidad de trascender la tecnología o la profecía de que nosotros somos la profecía. Estas profecías, pronunciadas por los sacerdotes-astrónomos de una de las civilizaciones más extraordinarias del mundo, constituyen un documento esencial para nuestros tiempos; un llamamiento al despertar de la especie humana. Según las profecías mayas, el mundo terminará el 21 de diciembre de 2012. ¿Debemos interpretar este mensaje literalmente o nos encontramos, por el contrario, ante el nacimiento de una nueva edad de oro de la humanidad? Este libro ofrece reveladores conocimientos sobre la visión del mundo de los mayas y sus profecías del fin del tiempo para un año de cambios profundos.
El punto de arranque del libro es una detallada introducción a la ciencia, las creencias, los rituales y la cultura del pueblo maya. Su comprensión de las matemáticas y la astronomía era muy avanzada: conoceremos cómo percibían su propio tiempo y el futuro. Esta obra nos lleva directamente al corazón de la visión maya del mundo y nos muestra cómo puede servirnos como piedra angular para iniciar un nuevo modo de percibir nuestro planeta, nuestra supervivencia y nuestro bienestar.
NO deja de resultar curioso que el Libro de Urantia, también hable de distintos mundos en distintos grados de desarrollo (más hallá de tecnológico) y creo (lo poco haber leído) que también decían que estábamos proxómos a evolucionar (a subir de categoría).