El Rincón del Trotamundos. Juan José Ramos Encalado

En el río Mekong todo es superlativo. El viajero no puede dejar de asombrarse ante el extraordinaro ancho y el ingente caudal de este gigantesco río, uno de los mayores del mundo. Hacemos el viaje en barco desde la localidad laosiana de Ban Houayxay hasta la vieja capital que fue Louang Phrabang. Los barcos bajan el río como si fueran tablas de surf entre las olas.
Hay tramos del Mekong en los que la anchura supera el kilómetro y el hecho de transcurrir entre montañas la sensación de pequeñez y de ir montado en un corcho a merced de las corrientes. Hay momentos plácidos en los que se descubren pequeñas aldeas ribereñas como Pak Chong, momentos en los que se puede contemplar las infinitas selvas de montaña que suben desde el río y los acantilados calizos de Pak Ou. En el fondo el Mekong es el dragón del sureste de Asia, y navegarlo o cabalgarlo ¿Cuál es la diferencia?.