El Rincón del Trotamundos. 25/2/2015
Un días apacible en el circo de Gredos, aunque por las cumbres el viento mal humorado dejaba sentir su ira y la nieve arrastrada por este, acariciaba el rostros como si estuviésemos en el desierto en medio de una tormenta de arena. Un cielo azul, las nubes apenas se dejaban ver de cuando en cuanto, y cuando lo hacían era a gran velocidad como si tuviesen prisa para llegar algún destino previamente establecido, no era nuestro caso. Tras disfrutar del ambiente montañero de la terraza del refugio de Elola y dar cuenta de nuestras hamburguesas bien surtidas de carne y vegetales, continuamos la ruta hacia el Venteadero.
La nieve, aunque no muy abundante, estaba en un estado optimo para disfrutar de una relajada ruta por los Barrerones y llegar hasta el Circo de Gredos y intentar la subida hasta la base del Ameal de Pablo. De paso, practicar con los crampones y el piolet en alguno de los corredores del circo y disfrutar del sol y el silencio profundo que se percibe en este fantástico lugar. Un anfiteatro natural rodeado de picos, erosionadas aristas, salientes y corredores cargados de nieve, todos con nombre propio, algunos tan emblemáticos como el Pico Almanzor, el rey por excelencia de estas montañas del Sistema Central.
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