El undécimo día comenzamos visitando el glaciar de Bossons. Debido a su inclinación es uno de los más rápidos en su desplazamiento, cerca de 200 metros al año, lo que implica que los bloques de hielo se mueven y caen con regularidad.
El Rincón del Trotamundos. Javier San Sebastián.
Este glaciar tiene un sentido especial para mí porque fue el primero que recorrí cuando estuve en el macizo del Mont Blanc por primera vez. Vinimos Félix, Paco, Jose Truji y yo. Partimos de la estación intermedia del teleférico de la Aiguille du Midi y atravesamos por la ladera hasta llegar a la lengua glaciar. Me impresionaron tanto el caos de los obstáculos de hielo como el hecho de que Escubi (que era quien tenía más experiencia) nos advirtiera para que no alzáramos la voz con objeto de que la vibración no alterase el equilibrio de algún bloque.
En un promontorio rocoso, rodeado por el hielo del glaciar, se sitúa el refugio de Grand Mulets, donde nos alojamos dos días. Oíamos los crujidos del hielo y la sensación era desconcertante, como si el glaciar fuera un ser vivo. En el ascenso nocturno se nos movió un gran serac bajo nuestros pies. Afortunadamente, sólo se acomodó, permitiéndonos retroceder a la luz de los frontales y pasar por otro lugar.
Ahora subimos en el telesilla que nos deja frente a la cascada de hielo terminal en el Chalet de Bossons y seguimos el camino que trepa por el bosque hasta el Chalet des Pyramides. Las vistas, primero sobre Taconnaz y luego casi cenitales sobre el hielo del glaciar son espectaculares. Las láminas de hielo se separan como si fueran enormes hojas de un pastel hojaldrado.
Tras este recorrido nos dividimos en dos grupos, unos fueron a la Mer de Glace con el tren de Montenvers y otros nos quedamos para llevar a cabo una actividad que no podía haber sospechado sólo un día antes: volar en parapente.
Mis compañeros de viaje me habían regalado un vuelo como regalo por la preparación del Tour del Mont Blanc. Por descontado que no me esperaba nada. Cuando organizo los detalles de una salida, lo hago porque puedo, quiero y me gusta. No espero nada a cambio y mi satisfacción es que todo salga bien y que la gente disfrute al menos tanto como yo lo hago. Esa es mi recompensa. Pero por supuesto que agradezco el regalo y me ilusiona mucho ¿a quién no? Además se animaron a hacerlo también Manolo e Isabel. Mucho mejor si se comparte la experiencia. Carmen nos acompañó para hacer fotos. Ya habíamos volado juntos en Benasque y esta vez nos vería desde abajo.
Se trata de vuelos biplaza organizados a través de una empresa de Chamonix. El despegue lo hicimos desde la ladera situada junto a la estación intermedia del teleférico de la Aiguille du Midi.
No se tiene ninguna sensación de miedo; todo da seguridad, desde los materiales a la confianza que transmiten los pilotos.
El parapente coge altura rápidamente, surca el aire frente a Bossons, juguetea con las agujas de Chamonix, atraviesa sobre crestas inverosímiles, flota sobre las enormes extensiones de hielo como la Mer de Glace, Talèfre, Leschaux o Tacul, se acerca a la Aiguille Verte y parece querer acometer contra los Drus para girar cerca de sus cumbres… La vista de las Grandes Jorasses, el Diente del Gigante y el propio Mont Blanc son indescriptibles.
Un vuelo formidable, inolvidable, pleno de sensaciones e imágenes difíciles de mejorar, que no empaña para nada un mareo final que sentí en los giros del descenso y que no deja de ser una anécdota ante la magnitud del espectáculo previo.
Muchas gracias a Manolo, Carmen, Carlos, Belén, Isabel, Marga, Fernando, Jose Luis, Pilar y Jose. Os aseguro que ha sido un regalo magnífico.
El último día subimos en el teleférico de Bellevue. Las vistas sobre el valle de Chamonix y sobre el Glaciar de Bionnassay son de postal. Decidimos subir en el ferrocarril de cremallera (el Tranvía del Mont-Blanc) hasta la estación superior: el Nido de Águilas.
El tren ya es por sí mismo un espectáculo, con sus mecanismos antiguos y su aspecto de otro tiempo. Pero nos lleva subiendo una pendiente importante hasta el final del recorrido, desde donde comienza la subida normal al Mont Blanc.
De anteriores experiencias, sólo había disfrutado plenamente del tren el día que bajábamos Jose y yo del refugio de Tête Rousse tras haber coronado el Mont Blanc por la vía normal de Goûter. Entonces íbamos eufóricos, tras bajar corriendo en medio de la lluvia. Conseguimos coger el tren por los pelos junto con los otros cuatro camaradas con quienes habíamos compartido un ascenso memorable, cuando casi no dábamos nada por conseguirlo a causa del mal tiempo.
Ahora, subimos por encima del moderno refugio del Nido de Águilas y llegamos hasta las proximidades de la potente lengua glaciar y su blanca coronación en la aguja de Bionnassay la Dôme de Goûter.
Datos Prácticos:
Hemos hecho el Tour en diez etapas, en sentido antihorario y partiendo de les Houches. El diseño de las rutas nos ha resultado muy bien, pero hay una gran flexibilidad para usar otros refugios, para ampliar o reducir los días o combinarlo con otras actividades.
Las etapas y refugios, indicando los desniveles acumulados y distancias recorridas han sido:
1.- Teleférico de Bellevue – Refugio de Miage. 6,3 km, 476 m. Ascenso (A), 711 m. Descenso (D).
2.- Miage – Balme. 16,6 km, 863 A, 713 D.
3.- Balme – Mottets. 18,2 km, 1249 A, 1086 D. SI hubiera que bajar por Chapieux sería L:18 km, 1200 m A. y 1040m. D.
4.- Mottets- Maison Vieille. 20,2 km, 1229 A, 1086 D
5.- Maison Vieille – Bertone. 10, 5 km, 722, A 695 D (Ascenso a Punta Helbronner no incluido). En temporada alta funcionan remontes para bajar hasta Courmayeur desde Maison Vieille. Para tomar el sendero de subida hay un autobús (circolare) que sube hasta Villair- Rue Val Sapin (decírselo al conductor). También se puede subir por Val Ferret en autocar hasta la parada Rif. Bertone Bivio; desde allí el sendero asciende por la ladera de forma más suave que por el camino TMB normal. Los billetes se compran en la oficina de la estación de autobuses en la Pizzale Monte Bianco (junto a la oficina de turismo).
6.- Bertone – Elena. Por Testa Bernarda 21,7 km, 1570 A, 1450 D Por la ladera inferior: L 16 km 600 A, 670 D.
7.- Elena – Relais D’Arpette. 31,7 km, 1385 A, 1802 D (de los cuales hacemos 12,15 km y D 627 m en autobús) En Ferret hay que coger el bus 272. Nosotros lo cogimos a las 12,50. tarda unoa media hora y cuesta 7,6 CHF.
8.- Relais D’Arpette – Auberge du Mont Blanc. Por Fenêtre D’Arpette 14,4 km, 1096 A, 1404 D. Por Bovine L 17,3, 955 A, 1180 D. Posibilidad de ir en transporte público hasta Trient.
9.- Auberge du Mont Blanc- Gîte Le Moulin (Montroc) 19,8 km, 1580 A, 1389 D (autobús y tren alternativo bajando a Martigny)
10.- La Flégère- Lac Blanc- Lacs Noires- Plan Praz (Balcones Sur). 13 km. 741 m A, 1020 D. Para este día hay múltiples posibilidades que se pueden combinar, usando más o menos remontes.
Los otros dos días subimos al Chalet des Pyramides junto al Glaciar de Bossons. 6 Km, 530A, 530D y al glaciar de Bionnassay desde el Nido de Águilas (ferrocarril de cremallera). 4 km, 150A, 150D.
Reserva de refugios: http://www.montourdumontblanc.com Algunos no tienen web y hay que contactarlos por teléfono o no están es esta web y hay que enviarles un correo. Con un mapa y un buscador de internet se soluciona sin problemas.
Hotel. Fuimos al Rocky Pop Hotel Portes de Chamonix, en les Houches. Era un ático de 90 m2 con capacidad para doce personas. Muy buena calidad y muy buena relación calidad precio. Nos costó 432 €, dos días nueve personas.
Vuelos. Fuimos desde Salamanca en dos coches particulares al aeropuerto. Allí tomamos los vuelos de Iberia:
– Ida 9:35, viernes 31 de agosto Madrid (MAD) Terminal 4. Llegada 11:30, Ginebra Internacional.
– Regreso, 18:40, martes 11 de septiembre. Llegada 20:40 (MAD) Terminal 4.
Transfer. Contratamos un transporte privado con la empresa Alpybus. Nos costó 540 € i/v. Salimos nada más recoger las maletas y regresamos a la hora y desde el lugar acordado (el hotel).
Multipass. Llevábamos comprados multipass (forfait) para uso de los remontes mecánicos de Chamonix durante cuatro días. Nos costó cada uno 105 € y nos los enviaron por correo sin problema. Recomiendo llamar por teléfono para confirma que los remontes están abiertos; nuestra experiencia es que la información de la web no es fiable ni actualizada. Estos multipass sólo valen para cuatro días seguidos, así que si se empieza subiendo por el teleférico de Bellevue hay que comprar un billete de ida que vale 14,5 €.
Transportes públicos alternativos. Tanto en Courmayeur (Val Veny como Val Ferret), así como en la parte suiza de Val Ferret se pueden coger transportes públicos para evitar algunas etapas o retirarse si es necesario.
La empresa de Courmayeur se llama SAVDA y la información por su web es fiable. En Suiza, en la web https://www.sbb.ch/en/home.html se encuentran todas las conexiones y precios. Se puede ir con un sólo billete aunque haya que hacer varios transbordos.
El coste desde Ferret a Issert es de 7,60 francos suizos. Si no tienes francos, cobran en euros al cambio de euro por franco (desfavorable; es mejor llevarlo cambiado y pagar en francos. el sobrante se puede usar para pagar en un refugio suizo).
Los autobuses en el valle Chamonix son gratis para quienes se alojan allí. Con el multipass para los remontes o un vale que pueden dar en el alojamiento se justifica en caso de que lo pida el conductor (no suelen hacerlo).
Teleférico hasta punta Helbronner en Courmayeur. 49 € i/v.
