Montañas que sobrepasan los siete mil metros de altitud, el segundo lago de montaña más grande del mundo y cuatro quintos de su territorio ocupado por distintas cordilleras configuran un país donde aún perviven culturas nómadas y vastas extensiones de territorio que sólo se ve alterado por los rebaños de ganado doméstico en verano antes de la llegada de las nieves.
El Rincón del Trotamundos. Javier Elcuaz del Arco
Este país de Asia Central, sin salida al mar, situado entre China, Kazajstán, Uzbekistán y Tayikistán es un destino para los amantes de la naturaleza deseosos de caminar entre sus montañas o escalarlas en la soledad de los lugares que aún no se han convertido en polos de atracción turística.
Al suroeste de Kirguistán, la cordillera Turkestán eleva hacia el cielo sus picos que superan altitudes de cinco mil metros entre glaciares donde nacen los ríos de aguas rápidas que recorren largos valles poblados de enebros y cedros. Los escaladores y caminantes que se internan entre estas montañas sólo encontrarán pastores estivales con su ganado pastando en las fértiles praderas.
A la hora de programar un viaje es conveniente consultar las recomendaciones de nuestro Ministerio de Asuntos Exteriores sobre la situación de la seguridad en el país.