Amanece de camino al Nevado Ishinca

 

EXPEDICIÓN ESPAÑOLA AL HUASCARÁN 2012 (III)

El Trotamundos. Manuel Santervás Martín/12/7/2012

A la una suena hoy el despertador, mismo proceso, vestirse, equiparse, desayuno y a las dos salimos todo el grupo compacto. El camino hacia el nevado Ishinca es más tendido que la morrena del Urus y facilita que el ritmo sea constante, pocas paradas, y todos juntitos y progresando con facilidad.

A las cuatro y media llegamos a la zona de nieve, nos encordamos de igual manera que para el Urus. Volvemos a ir con Blas los mismos tres y salimos para arriba sin prisa pero la pendiente es bastante fuerte por lo que cuesta progresar. Hay que hacer un flanqueo en ascenso hacia la derecha que va castigando los tobillos, y aunque hacemos algún zigzag para descansarlos, agradecemos llegar a este collado.

Comienza a clarear algo el cielo pero aún no se ven más que las sombras que estos nevados gigantes recortan contra el cielo en el que se van desvaneciendo las estrellas. Llegamos a uno de los pasos claves de este nevado, el flanqueo de la rimaya. Todos pensábamos que por la derecha estaba mejor pero Blas escoge el lado izquierdo y claro, tiene razón, desde cerca se ve que está escalonada y con penitentes que cuesta superar pero de modo fácil superamos este trecho de 20 metros hasta el filo de la arista.

Vemos la famosa cueva de hielo del Ishinca, ya amanece, dan los primeros rayos del sol en los grandes nevados, hacemos algunas fotos y continuamos ahora por una planicie que conduce al último tramo de arista. Vamos lentos, se nota algo más la altura, y el último tramo de 100 metros a 40º nos hace resoplar y adoptar paso a paso este último reto.

Hoy hace viento, la cumbre es pequeña y aún no ha llegado el sol a ella cuando estamos en la cima del nevado Ishinca de 5530 m. La vista del nevado Huantsan impresiona y agradecemos que el sol nos alcance. Llega la segunda de las cordadas y tras saludarnos y darnos la enhorabuena decidimos bajar a un hombro un poco más amplio en la vertiente del Raranpalca (oeste desde la cima).

Para bajar a este hombro hay que descender unos dos metros y saltar una grieta que separa la cima de las suaves pendientes del oeste. Es un pequeño salto pero que le da emoción a esta bajada. Esperamos a todas las cordadas en el hombro, pronto todos aparecen, hoy hemos subido todos muy bien y bastante agrupados.

El descenso es por un glaciar muy cubierto de nieve y con buena huella. En el flanco izquierdo nos quitamos cuerdas, crampones, arneses y empezamos el descenso por un camino trazado al borde de caídas a las que mejor no arrimarse. Pronto mejora y nos unimos al camino de subida cerca de la laguna Ishinca. Me tomo con mucha calma el descenso, no quiero volver a tener problemas porque se recalienten los pies.

A la una de la tarde estamos ya todos de vuelta y dedicamos la tarde a recuperarnos y descansar. El día siguiente debemos subir al campo 1 del Tocllaraju y el viento que hace toda la tarde no nos tranquiliza en absoluto. Dormimos con una noche movidita por el viento, cae algo de nieve granulada y al levantarnos está algo cubierto, a diferencia de otros días que todo se levantaba completamente soleado.

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