El Trotamundo. 9/11/2011. Toñi Gutierrez Bullon, Fotografía Javier Elcuaz del Arco.
La visita a una misma ciudad, puede resultar muy diferente dependiendo de la estación y la ruta que hayamos diseñado. Llegamos a Segovia, alzando a cada momento la vista al cielo, observando las nubes, intentando buscar la mejor luz que favoreciera las fotografías durante el recorrido.
La primera parte de la ruta transcurrió por el interior, admirando el gran número de iglesias de estilo románico y mudéjar que salpican todos los rincones la ciudad, pasando del ambiente medieval en la plaza que rodea la Iglesia de San Lorenzo, al Barrio de los Caballeros con la plaza del Conde Cheste, rodeada de palacios y casas nobles, y seguir hasta la figura de la loba amamantando a Rómulo y Remo justo al lado del Acueducto romano.
En la oficina de turismo nos informaron de las nuevas rutas alrededor de la ciudad. Una de ellas transcurre a la orilla del río Eresma, pasando por lo que queda de los molinos y continúa por un precioso paseo de la Alameda del Parral. Por un lado el río, lleno de patos nadando, por el otro, inmensos castaños con colores de otoño, el suelo lleno de hojas caídas, gente paseando, un poema de Machado grabado en el acceso a uno de los puentes, la compañía de un grupo de amigos, momentos para sentirse feliz, feliz, feliz…
Seguimos hasta el Monasterio del Parral, y desde allí nos incorporamos a la ruta de los miradores, para ver Segovia desde otro punto de vista, de fuera hacia dentro. Una maravilla, los chopos estaban con su máximo color, lástima de nubes que fueron en aumento, para disgusto de Rafa que no pudo aprovechar los breves momentos en que quedaban iluminados.
De regreso al coche descubrimos unos enterramientos judíos en la ladera del monte junto al río Clamores. Como los días se van acortando, y los paseos fueron a ritmo lento para poder sacar partido a todo lo que veíamos, al final no pudimos ir a la Granja como teníamos planeado en un principio, pero no nos importó porque la excursión resultó perfecta, un día agradable de los que se recuerdan con mucho cariño y que termino en el bar del puente degustando tarta casera y otros manjares hechos al horno con receta de la abuela.
Aventura y Ocio en la Naturaleza
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