Patagonia, un mosaico de tierra virgen modelado por los elementos

 

La Carretera Austral, una aventura al fin del mundo (y V)

Rincón del Trotamundos. Manuel Serrano Sotelo. 4/5/2012

El día estaba llegando a su fin y en Puerto Tranquilo se respiraba el aire de  aventura  que portaban los ciclistas y mochileros que en este punto se concentraban para cambiar impresiones de su particular verano Austral que guay participar de este trajín de ilusión.

Uno de los que tenia una agencia que hace los viajes en bote a las catedrales de mármol, nos comenta  lo difícil que era navegar en estos lagos de la Patagonia, el viento los hacia muchas veces ingobernables. Me hablo del  lago Neff y que el se crío allí. Me decía que esa parte era aun salvaje, le dije que mañana iría a la Laguna San Rafael. Le pregunte si merecía la pena y el me dijo que era el glaciar mas bonito que había visto. Eso me reconforto y me tranquilizo para el día que se avecinaba.

A las 7 de la mañana ya había desayunado y estaba esperando fuera que llegara la chica Chilena , y llego con otra persona era un catalán su nombre era Albert me dijo que si le podíamos llevar, por supuesto que si.

Nos subimos los tres en el coche y Albert empezó a contar un poco su aventura, esta si lo era de verdad, era músico y diseñador estaba en bici, pero tenia una tendinitis y llevaba dos semanas descansando había estado 4 meses en Brasil y ahora estaba en la carretera Austral y quería llegar a  Usuaia pero sin prisas y buscarse la vida con cositas para poder ir a la Antártida. Vino con nosotros através del valle de Exploradores alucinaba con el paisaje yo ya lo conocía pero seguía disfrutándolo, en el km 52 se quedo para acercarse hasta el glaciar y si el tiempo se despejaba ver el Monten San Valentín.

El día estaba nublado y la amenaza de lluvia era patente, pero era igual ya estábamos un poco mas cerca del glaciar San Rafael. Llegamos a un paso que ya no se podía seguir el río bajaba con mucha fuerza,  en este lugar se va hacer un puente para poder seguir el camino que llega hasta la desembocadura del río.

Allí nos esperaba un guía de montaña y el patrón del barco con una zodiac. Éramos siete personas mas 2 guías y el patrón. Dos chicas el guía y yo hacemos el trayecto a pie hasta la playa donde nos recogería la zodiac de vuelta. Nos acompañaron dos perros muy simpáticos Tequila y su hijo. Al llegar a futuro embarcadero el guía nos da unos trajes y nos dices que nos los pongamos.

Parecen los que llevan al Himalaya, son trajes que usan los noruegos cuando van al Ártico. Me lo pongo encima de lo que llevo vestido una camiseta térmica, un forro polar y una chupa de gore los demás hacen lo mismo. Metemos nuestras mochilas en una bolsa estanca  y a la zodiac que ya ha llegado, tiene un motor de 50 CV.

El río baja con una fuerza descomunal de un color grisáceo de los glaciares. En medio se ven troncos que  sobresalen. Pregunto que si conocen bien el cauce, pero la respuesta ya se conocía de otros viajes en bote por la zona, el cauce cambia a cada poco con las aguas del deshielo la arena se acumula aleatoriamente haciendo de cada viaje una exploración.

Bajamos por el río bastante rápido la sensación era extraña era como esquiar a toda velocidad, los palos que asomaban por encima del agua no parecían muy amigables, la sensación es que estábamos bajando un río en el Amazonas por la vegetación y el color, esto se ponía interesante.

Llegamos a un pequeño embarcadero en la parte izquierda del río donde había dos lanchas sin cubrir semirrígidas, una de ellas seria la que nos llevaría a Parque Nacional de La Laguna de San Rafael, el viento comenzaba arreciar y la ventisca a dar sus primeros saludos. El guía nos dice que llevamos dos motores de 150 CV y un deposito de 300 l para hacer dos viajes la verdad esto ayuda cuando ves que la lancha no esta cubierta y que vamos a navegar a pelo.

Nos subimos a la nueva embarcación con los demás tripulantes que ya estaban esperando, se incorporo un nuevo patrón con rastas hasta la rodilla y rechoncho. Era Chileno nos contaría un monton de cosas interesantísimas, que suerte que nos hablen en Español el poder comunicarse y expresar sentimientos  con tanta facilidad nos hace las cosas cercanas y absolutamente familiares, aunque luchamos por conocer otras lenguas esta fluidez nos anima cantidad. Puede ser la parte positiva de un legado que no deja de estar repleta de injusticias y asesinatos que nos recuerdan los nativos cuando les hablamos que sus apellidos son vascos, la mayoría en la Patagonia.

Los apellidos Españoles están por todo Chile, pero claro nadie repara si son vascos ,catalanes o asturianos cuando se lo decimos se sorprenden orgullosos, no sin censurar la política de la corona Española en siglos pasados. Nos agarramos a la excusa de que los anglosajones fueron mas crueles pero no nos inhibe de culpa.

Una vez todos sentados en los pequeños bancos de proa y cuando afluye dos ríos mas el guía saca un mapa, que envidia es una carta náutica de la zona con las alturas del campo de hielo Norte, nos dice mas o menos por donde vamos a ir.

Tenemos que pasar el delta que forma el río Exploradores con sus afluentes muchos de ellos por descubrir. De aquí ya empezara el agua salada del Pacifico al entrar en el Estero Cupquelant y en su punta Garrao juntarse con el Golfo Tres Cruces que permite la navegación en barco mas grandes desde Puerto Cahabuco la travesía dura tres días y tiene la Laguna San Rafael como objetivo.

Que suerte la nuestra poder adentrarnos en el Campo de hielo Norte por su puerta Oeste en un solo día. El guía nos cuenta travesías que han hecho entrado por el parque y saliendo por Leones lo difícil que es hacer cumbre en San Valentín y las tormentas blancas que se producen en el campo de hielo.

La lancha pasa despacio por el delta que acumula toneladas de arena totalmente cambiante, al salir del delta el patrón silba  y al rato aparecen delfines australes. nos acompañan en la salida disparo la cámara lo mas rápido que puedo pero solo consigo fotografiar un trocito de aleta sumergiéndose en el océano son extremadamente habilidosos y mucho mas finos que por ejemplo los que acompañan en la islas Cies en Galicia desde la travesía de la ria  Aldan a la isla.

Van a ser dos horas y media de navegación hasta llegar al glaciar , si es que el tiempo lo permite. En principio el viento es de Sur , y esto según los navegantes patagónicos en los fiordos significa que se puede navegar con lo que estamos de enhorabuena. No paro de tirar fotos aunque el tiempo sea malo, la vegetación , las montañas y los fiordos lo llena todo pero va ser difícil plasmar bien esto requeríamos de muchas clases de fotografía que por momentos echamos de  menos.

La lancha sigue navegando por el fiordo encima de las montañas se alza el monte San Valentín el mas alto de la Patagonia 3970 m pero encima del Pacifico, aquí en la Patagonia los Andes se confunden con los fiordos del Pacifico y esto le da una belleza sin igual. En estas latitudes los guías combinan conocimientos de alta montaña e hielo con navegación.

La ventisca aparece de nuevo  y la navegación se ralentiza, hay un monton de aves solo distingo cormoranes y algunas otras este es otro paraíso para avistar aves pena de no tener algún compañero habitual para recrearnos en sus historias de migración.

El fiordo se estrecha en el golfo de Elefantes y a lo lejos se ve una pequeña península que tenemos que rodear. Grito, he visto un glaciar, me dicen que es el Glaciar Gualos baja de San Valentín hasta Elefantes.

Las aves pueblan toda la península y pequeños faritos rojos marcan el camino. La ruta se entreve por los pocos conocimientos náuticos que tenemos entre una luz roja y una verde en el mar significa un pasillo para entrar, pasamos la península de Leopardo y ahora tenemos que entrar en un pequeño corredor que es el río Tempanos. Nos adentramos en él y figuras de hielo azul empiezan aparecer son fascinantes todos entendemos la etimología de este río.

Una vez pasado el pasillo de agua e hielos flotantes aparece  una bahía con una lengua perfecta azulada es el Glaciar San Rafael que maravilla, no se si es que tengo debilidad por los Glaciares o este es el mas bonito que he visto, el viaje a merecido la pena el glaciar sube entre las montañas hasta el campo Norte, su frente es perfecto y homogéneo, el azul de hielo esta tan limpio que deslumbra. Otra motivo mas para volver subir por un sendero que hay en el Parque `por un lateral del  glaciar se necesita mas tiempo para esto pero es posible.

Nos acercamos lentamente al frente del glaciar y parte de la pared de hielo se derrumban precipitándose al mar con un estruendo que daba paso a nube azul mezclada con agua. Es fascinante la belleza de este glaciar, no me canso de sacar fotos me gusta mucho mas que el PIO XI otro glaciar que vi en el campo de hielo Sur en otra ocasión, quizá la aventura lo hace mas deseado.

Comemos algo y charlamos a lado de este paraje sobrecogidos. Después de una hora emprendemos rumbo al Parque Nacional por tierra en el camino nos acercamos a una foca que dormía perezosa encima del hielo, al paso del barco se despertó nos miro y sin inmutarse siguió con su pereza disfrutando de la inmensidad de este paraje de montañas, hielos, lagos y silencio.

Terminada esta travesía dijimos adiós a nuestra aventura por la Carretera Austral, pero volveremos, volveremos para impregnarnos más de este territorio, de esta naturaleza salvaje, de esta tierra en la que tanto hemos disfrutado con la compañía de la gente del lugar y de otros aventureros que como nosotros han venido hasta este rincón del mundo para empaparse de esta hermosa tierra.

Para los que prefieren la aventura por mar en vez de hacer el viaje por carretera en bici o en coche, desde Puerto Montt, en la costa oceánica, parten cruceros en esta época del año que recorren parte de la Patagonia chilena y se adentran en los fiordos que forman la desembocadura de los caudalosos ríos para admirar los campos de hielo, los iceberg que navegan a la deriva, las cadenas montañosas y el espectacular paisaje de esta parte de la costa chilena.

Regresamos hasta la ciudad de Coyhaique donde habíamos comenzado esta aventura por la carretera Austral hace ya más de 20 días y tomamos uno de los muchos vuelos baratos que nos llevan hasta Santiago de Chile donde damos por finalizada nuestra estancia en este sorprendente y bello país.

Otros reportajes del autor publicados en El Trotamundos:  Desde Caleta Tortel a Puerto Tranquilo

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