Un paseo por los rincones más típicos del viejo Madrid

El Rincón del Trotamundos. María Elena M.D. Jose Luis Pina. 1/3/2013

El Madrid que hoy conocemos comenzaría a gestarse cuando Felipe II convirtió la ciudad en la capital  del reino, en 1561, apenas veinte mil personas vivían en las estrechas calles medievales que circundaban la vieja fortaleza árabe que más tarde sería sustituida por el Palacio Real. Al ser nombrada capital, rápidamente comenzaron a llegar artesanos, pintores, poetas y agricultores con ganas de empezar una nueva vida. Y apenas medio siglo más tarde, la población se acercaba a los 97.000 habitantes.

El topónimo de esta ciudad procede del vocablo árabe Mayrit y uno de los vestigios más antiguos que se conservan de esa época, son precisamente los restos de la muralla árabe situados en La Cuesta de la Vega, al sur de La Catedral de La Almudena.

Desde  la plaza de la Villa, en la que se encuentra el edificio del antiguo ayuntamiento, hasta la Puerta del Sol, nos encontramos con lugares cargados de tradición, como la Plaza Mayor, con sus impresionantes rejados abuhardillados de pizarra de estilo Herreriano. Hoy se puede pasear por esta plaza y disfrutar del ambiente agradable que siempre se respira en la misma, no es el caso de tiempos pasados cuando en la misma tenían lugar los ajusticiamientos cuyos reos esperaban su hora en el palacio cercanos de Santa Cruz, Allí pasó sus últimos días el bandido Luis Candelas, hombre culto que se codeaba con la aristocracia para después asaltarla.

Siguiendo el recorrido por el origen de esta gran urbe, nos encontramos con el Mercado de San Miguel. Aunque su contrición no es demasiado antigua, pues fue edificado entre 1912 y 1916 año en el que abrió sus puertas, es el único con estructura de hierro que se conserva en la ciudad de Madrid. Merece la pena acercarse hasta allí para ver los azulejos que adornan los puestos y disfrutar del ambiente popular de este mercado durante los momentos álgido de las ventas que tuenen lugar durante la mañana.

Puestos ya en el Mercado de San Miguel, nos acercamos hasta El Rastro situado en Riberas de Curtidores, este se extiende por la plaza de Cascorro hasta la Ronda de Toledo. Si la visita la hacemos un festivo por la mañana mejor, el resto de días tambien podemos encontrar muchas tiendas donde se compra y se vende de todo. Este mercado se remonta a la Edad Media y se dice entre los madrileños que lo que no se encuentra en Ribera de Curtidores, es que sencillamente, no existe.

Muy cerca está la plaza de Santa Ana, uno de los lugares con sabor literario, en el lugar se erigen algunas esculturas de escritores famosos. En la plaza se encuentra el histórico Teatro Español, uno de los más importantes corrales de comedias del siglo XVI que tuvo Madrid.

De Santa Ana por la carrera de San Jerónimo y la Puerta del Sol, nos vamos hasta la calle Preciados. La que es hoy una de las vías con más comercios de la capital, esta labró su fama cuando era un pequeño camino que comunicaba el centro de la ciudad con los frutales del convento de San Martín. En el siglo XVII los hermanos Preciados, encargados de contratar los pesos y medidas en la villa, compraron un terreno y construyeron allí sus casas.

Dejamos la ruta del Madrid de Los Borbones para el día siguiente, por hoy ya tenemos suficiente, nos vamos para el apartamento que alquilamos y al día siguiente reanudamos nuestro recorrido por los rincones más emblemáticos de la capital y si nos apetece nos damos una vuelta para disfrutar de la noche madrileña.

Dejamos atrás el Madrid más antiguo para adentrarnos en el de los Borbones, una antigua zona de huertas situada al este de la capital. La Puerta de Alcalá, levantada por Carlos III en un esfuerzo por realzar este lugar, remplazó otra anterior más pequeña y edificada para conmemorar la entrada de la esposa de Felipe III en Madrid.

Cerca de la Puerta de Alcalá, en la plaza de Cibeles, se sitúa uno de los edificios más bellos de la capital construido en 1882, el Banco de España, que esconde en su sótano el mejor de sus secretos. Bajo el patio del Reloj, a treinta metros bajo tierra, existe una isla rodeada de un foso donde se encontraba el oro del banco de España.

En la plaza de Cibeles tambien se encuentra el palacio de Linares, de Buenavista y el de comunicación, así como otros muchos edificios singulares, lo que hacen que esta plaza sea una de las más singulares de Madrid. En Cibeles nacen algunas de las calles o paseos más emblemáticos de Madrid, Paseo del Prado, Paseo de Recoletos, Calle de Alcalá, Gran Vía.

En la plaza de las Cortes y Carrera de San Jerónimo, nos encontramos con el ilustre Hotel Palace, el primer local de Madrid donde las mujeres no necesitaban acompañante para tomar un tentempié. La rumorología popular cuenta que Salvador Dalí, estando alojado en este hotel, pintó dibujos subidos de tono en las paredes de su habitación, pero solo son rumores por que no se conserva ninguno de ellos.

Tras esta visita el viaje continua por el Parque del Retiro. En su recinto se construyó, en el siglo XVI, por orden de Felipe IV, un palacio del que sólo se conserva el Casón del Buen Retiro y el Museo del Ejército. Hasta 1869 el público no pudo pasear por estos jardines, reservados a los miembros de la realeza.

Desde el Retiro seguimos nuestro recorrido para acercarnos hasta el observatorio astronómico, en el numero tres de la calle Alfonso XII. Cuando abrió sus puertas, a mediados del siglo XIX, era uno de los más completos, junto con los de Londres, París y Berlín. Desde su cúpula se estudiaba el cielo y se observaba el tiempo. Hoy en su interior se exhibe una colección de telescopios de los siglos XVIII y XIX, y un péndulo de Foucault. Además, se organizan visitas para mirar a través de un telescopio de 1790 fabricado por Herschel, el descubridor de Urano.

Terminamos este recorrido visitando la Estación de Atocha, que inauguró el primer servicio de ferrocarril desde Madrid a Aranjuez en 1851. La zona más  vieja de la estación, que alberga una de las estructuras de hierro y cristal más antiguas de la capital de España, ha sido transformada en un interesante jardín tropical en el que pasar las tardes de invierno disfrutando de un buen libro o viendo los viajeros que desde esta estación internacional se dirigen hacia cualquier parte del territorio peninsular y del mundo.

 

One thought on “Un paseo por los rincones más típicos del viejo Madrid

  1. mejor que el comentario tenga que ver con la foto. Así no hay forma de saber a que lugar corresponde, tambien marcar itinerarios en mapa.

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