El Rincón del Trotamundos. Antonio Gallego. 31/12/2012
Para despedir el año 2012 en el que un grupo de políticos decadentes nos prometieron salvarnos del infierno, que mejor que navegar por las aguas internacionales del río Duero, para disfrutar del silencio que brinda la naturaleza en este Espacio Natural de los Arribes. Un paraíso donde lo que menos importa es la competición y mucho las aves y otras especies que colonizan estas aguas, los cantiles rocosos, los bosques desnudos de los almeces, el sotobosque que cubre las empinadas laderas y los recovecos de este espectacular cañón fluvial. Un monumento de la naturaleza que cuartea la meseta Ibérica en su viaje hacia el Atlántico. En su pausado discurrir las aguas acaricián los pueblos ribereños que dormitan en armonía con el paisaje de su entorno modelado por el tiempo y los hombres.
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