El Rincón del Trotamundos. José Luis Pina
El tercer día lo dedicamos a relajarnos un poquito y disfrutas del bonito pueblo, y aprovechamos para no madrugar y tomarnos un buen desayuno en nuestra terraza, con vistas al castillo de la Yedra. Un poco más tarde, y para comer, recorrimos el río Cerezuelo con sus constantes cascadas.
Un descansito después de dos días de plena actividad, siempre viene bien. La tarde la dedicamos a ver museos y tomar unas cervecitas fresquitas en la plaza vieja de Cazorla.
El quinto día, unimos dos rutas algo más pequeñas. Una de ellas recorre la Cerrada de Utrero, en donde hay un pequeño embalse en el Guadalquivir y que dando la vuelta a un monte, no enseña la bonita cascada de Linarejos.
Esta ruta es muy cortita por lo que nos decidimos a ampliarla saliendo desde el Museo de la Madera y a través de grandiosos y frondosos pinares, nos lleva a unos collados de gran belleza.
Al llegar al coche, nos sorprende un helicóptero de incendios, que había estado apagando un fuego por la zona norte de la sierra, y que venía desde Alicante. Aprovechamos a la vuelta para ver La Iruela de noche.
Ya nos llega nuestro final, y a medida que pasan las horas, echamos de menos la agradable temperatura de estos parajes, pero todo acaba. De regreso pasamos por el Santuario de la virgen de Tíscar y visitamos la Cueva del agua, en donde el curso del río Tíscar ha excavado una cueva con cascadas y una pequeña virgen en su interior.
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