Quizá aún te queden unos meses antes de las vacaciones, pero eso no significa que no puedas organizar unos días fuera de casa. Lo cierto es que realizar viajes cortos nos permite tener un tiempo de desconexión casi imprescindible para poder afrontar las últimas semanas antes de las vacaciones estivales. Ahora bien, que se trate de una escapada corta no significa que no tengas que planearla a conciencia. Toma nota y organiza bien esos días fuera de casa.
No significa que tengas que planear tu escapada con un año de antelación, pero es interesante tener una lista en la que durante el año apuntes diferentes cosas que te gustaría ver. Cuando cuentes con unos días libres o quieras irte un fin de semana fuera de casa, siempre puedes coger esa lista y fijarte en qué ciudades tienen esos puntos que más te interesan: monumentos, restaurantes, espectáculos de ocio etc.
Si nos vamos un par de días, lo lógico o lo más inteligente es alojarse en un lugar céntrico. ¿Por qué? Porque con pocos días no queremos estar pendientes del transporte público. Cuanto más cerca estemos del centro o de los lugares de interés, menos tiempo gastaremos en desplazarnos. Afortunadamente hay una gran oferta de hoteles céntricos en la mayoría de ciudades españolas. Incluso cadenas de hoteles que nos dan la oportunidad de encontrar siempre un establecimiento bien situado, como Sercotel.
Intenta, además, que ese hotel cuente con los servicios que necesitas. Es posible que a estas alturas del año sea interesante, por ejemplo, que cuente con piscina para poder relajarte después de estar todo el día haciendo turismo. Quizá te interese un hotel con un buen restaurante o incluso una opción que también cuente con spa.
Si quieres aprovechar el tiempo y desconectar completamente durante estos días, quizá sea interesante no estar todo el tiempo pendiente de las redes sociales, correos, trabajo y mensajes. Desconectarse del mundo virtual es una decisión muy acertada; y es que pasamos muchísimo tiempo con los móviles en las manos. Dedícate únicamente a estar con la familia, empaparte de cultura y saborear la gastronomía del lugar.
Piensa en el tiempo que hará esos días. Esta parte parece obvia, pero no lo es tanto. Hay veces que pensamos que aunque llueva, no hay problema en visitar una ciudad, y es cierto, pero hay actividades que quizá no se puedan hacer del todo bien. Lo mismo podría pasar si las temperaturas son muy altas. Además, en base a esas temperaturas podrías escoger otras actividades que quizá si sean una excelente idea, como visitar un museo en un día lluvioso o ir a la playa o un parque de atracciones si hace sol.
Si nos vamos unos días no vamos a tener que llevarnos una maleta enorme. Esto es algo que deberíamos tener muy claro; y es que viajar ligeros de equipaje siempre es mucho más cómodo. Teniendo en cuenta las actividades y el clima, puedes meter en esa maleta únicamente lo imprescindible. Tanto si viajas en coche como en tren o avión lo agradecerás.
