Budismo en U Bein

Kike Serrano

El puente más largo del mundo es el que cruza el lago Pontchartrain, en Louisiana con 38 kms y es una obra de ingeniería notable. El puente  más largo del mundo de madera de Teca es el puente U BEIN que atraviesa el lago Taungthaman, cerca de Amarapura en Myanmar (la antigua Birmania), y mide 1,2 km . En los casi 200 años de vida sólo se han reemplazado algunos pilares.

Atraídos por el magnífico anochecer nos presentamos  allí para sacarlo acompañado por los miles de transeúntes que lo atravesaban. Entre estos,  multitud de monjes budistas que pasean antes de entrar en el monasterio Mahagandhayon. En nuestros numerosos idas y venidas por el puente, por mero placer, por la búsqueda de esa postal de ensueño y de esa imagen que no escape al objetivo de nuestra cámara, nos abordó Sharita. Un monje budista que nos llevaba observando tiempo y con el que mantuvimos una agradable charla, que fue postpuesta para el día siguiente en la visita que él nos organizó para enseñarnos el monasterio e introducirnos en las enseñanzas del budismo.

Aquí se practica el budismo Thevarada, desde que en 1048, Anawrahla, el rey de Bagan y unificador de Birmania, se convirtió a este budismo y prohibió la práctica de cualquier otro tipo. Es una variante psicofilosófica del budismo general, la rama más austera y ascética donde su máxima es que el destino propio depende de cada uno. Todos los factores que influyen en nuestra existencia están relacionados. No hay nada independiente, ni siquiera un Dios o principio de todo.

La llegada al monasterio es tan libre como cualquier lugar. Todo el mundo tiene acceso fácil, sólo tienes que respetar las normas que piden a los turistas muy amablemente:

-Estar callado

– No fumar

– No atravesar la línea de los monjes

– Vestir modestamente.

Los monjes llevan una túnica color púrpura; las monjas color rosa y los niños blanca. En su vida deben de servir 2 años al budismo, sólo los hombres, de manera obligatoria. Ello implica estar interno en un monasterio donde se les enseña los prácticas budistas. La mayoría  introduce a los niños pequeños en los monasterios ante la imposibilidad de mantenerlos, así aseguran su manutención durante algunos años. La edad de entrada es suficiente si el candidato “se vale por sí mismo para ahuyentar a un pájaro que coma de su plato”. A partir de los 20 años quien quiera  puede hacerse monje. A los niños además de enseñarles las enseñanzas de Buda, se les enseña a leer, escribir, matemáticas, lengua…

Sólo comen dos veces al día, y lo hacen formando largas filas con su cuenco, en silencio por las calles de las poblaciones, donde la gente les ofrece arroz, fruta, verdura; comida que les dan para que los monjes oren por ellos.

El monje budista, se basa en el control de la mente para eliminar los vicios y deseos egoístas que el mundo amenaza, esto implica sufrimiento y ser capaz de llevar una vida sana y limpia, a través de la conducta, pensamiento, palabra, subsistencia y esfuerzos adecuados. El destino propio depende de cada uno.

No hay que mentir, robar, matar, tomar sustancias tóxicas y llevar una vida sexual correcta.

En Birmania hay libertad de culto, pero gran parte de la población divide su devoción con los Natt, (o espíritus), ellos habitaban estas tierras antes que el budismo colonizara estos territorios hace más de 2000 años.

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