LAS CASCADAS DE AGUA, UN ESPECTÁCULO DE LA NATURALEZA

Texto y fotografía de Javier Elcuaz y Manolo Santervás

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Aunque sin alcanzar su mayor apogeo, el Pozo de los Humos y el Pozo Airón no desmerecieron su imagen entre el tapiz multicolor que esta revuelta primavera está tejiendo entre chubascos, vientos y huidizos rayos de sol en la floresta salmantina.
Aprovechamos el fin de semana que prometían que iba a diluviar, era el momento propicio para realizar un viaje a los Arribes del Duero a ver el Pozo de los Humos y el pozo Airón, dos impresionantes cascadas que vierten al vacío sus agua por un resalte rocoso de gran espectacularidad. En el Pozo de los Humos, nos encontramos con una cuerda y carteles que avisaban de que era acceso restringido por la edificación de aves rapaces, pero el guarda nos dijo que podíamos bajar y allá nos fuimos a disfrutar del espectáculo que ofrece esta impresionante cascada y aprovechando que la lluvia aun no era fuerte nos permitió caminar por la ruta sin mayor problema, incluso en algún momento del recorrido hasta salió el sol para mayor gozo.

Abandonamos el Pozo de los Humos y continuamos camino por el accidentado relieve de los arribes, entre enebros, encinas y los espectaculares acantilados de granito. Después de una larga caminata llegamos al pozo Airón, otra espectacular cascada, regalo de la naturaleza en esta parte del territorio peninsular. Algunos solo conocíamos el lugar por referencia lo que nos produjo una mayor sorpresa, pues no solo las cascadas son un espectáculo digno de resaltar, también el paisaje, la rica y variada flora y la fauna: buitres, cigüeñas negras, alimoches, garzas, cormoranes y un sin fin de aves menores. Entre los mamíferos encontramos varios jabalís, zorros y conejos.
Como nos quedaba tiempo para el regreso, nos acercamos a la ermita del Castillo, un mirador natural sobre los Arribes y el curso del río Duero, que desciende encajonado entre grandes paredones, cuyas aguas separan geográficamente España de Portugal. El sitio de la ermita del Castillo, fue lugar de culto para los pueblos pre-romanos que por entonces poblaban este territorio y lo utilizaron para ofrendar a sus dioses. De ese periodo se conservan, incrustadas en las paredes de la vieja ermita, algunas estelas funerarias aparecidas en el lugar durante las excavaciones que se realizaron en el siglo pasado.

(Pozo Airón)
http://es.wikipedia.org/wiki/Airón

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Texto y fotografía de Javier Elcuaz y Manolo Santervás

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