Groenlandia, el reino del hielo

El Rincón del Trotamundos. Javier Elcuaz del Arco. 7/8/2010

Las imágenes que nos llegan de Groenlandia reflejan un espacio sin árboles, sin cables y sin carreteras. El viajero que recorra esta fría tierra sí verá estos elementos, pero en número tan limitado en comparación con la vastedad del país y con los existentes en cualquier país occidental, que se borran del recuerdo.

Aviones, helicópteros y barcos son los medios utilizados para los desplazamientos largos en este extenso país que supera en algo más de cuatro veces el tamaño de España. En los cortos recorridos, los quads en verano y las motos de nieve en invierno son los dominantes. Los viajeros más intrépidos recorrerán el interior o los fiordos helados con la ayuda de trineos tirados por los fuertes perros groenlandeses o por sus propios medios, arrastrando en sus pulkas todo lo necesario para sobrevivir en un medio tan hostil.

El recorrido que realicé durante la segunda mitad del mes de julio con Greenland Adventure me introdujo en la realidad groenlandesa con sus maravillas y sus miserias, que también las hay. Pequeños barcos cabinados nos llevaron por el extremo suroeste del país. La navegación por los fiordos, sorteando icebergs, es otra forma de disfrutar de la belleza natural de un territorio donde la mano del hombre ha dejado poca huella todavía. Enormes frentes glaciares, picos alpinos destacando en largas cadenas montañosas y valles donde reina la acción de la naturaleza, se suceden en una catarata de sensaciones donde prevalece la paz necesaria para disfrutar la belleza reinante.

Dormimos en albergues y campamentos. Estos últimos, levantados en plena naturaleza, además de perfectamente equipados en material y alimentos, se localizaban en lugares que, además de impresionar estéticamente, ofrecían la posibilidad de conocer los diversos medios de la zona y las escasas actividades ganaderas que se practican, centradas en la cría de ovejas y mantenidas gracias a las subvenciones de Dinamarca.

Muy interesantes resultaron los paseos planificados. De unas cuatro o cinco horas de duración prevista, sin embargo se extendían hasta las seis o siete por las largas sobremesas y las paradas frecuentes para disfrutar del entorno. Algunos incluyeron caña para pescar las sabrosas truchas árticas que acudían al reclamo sin importarles la inexperiencia de los pescadores.

También conocimos las ciudades y pequeñas poblaciones de la región. El carácter afable y generoso de sus habitantes esconde el costoso proceso de aculturación que están experimentando. En una generación han cambiado su vida tradicional de pescadores y cazadores por la de ciudadanos urbanos. Problemas como el desempleo, alcoholismo y un número cada vez mayor de suicidios no se han hecho esperar.

El grupo de viajeros contenía una mezcla de procedencias con predominio catalán, siete personas de esta comunidad, a las que añadir cuatro madrileños, una andaluza y un castellanoleonés. La compenetración y buena armonía, que nacieron desde el principio, se prolongaron durante todo el viaje, contribuyendo favorablemente para convertirlo en una experiencia de grato recuerdo perdurable.



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6 thoughts on “Groenlandia, el reino del hielo

  1. ¡Qué pasada Javi!
    No me imaginaba que Groenlandia fuese así. Sería una pasada ir a allí a abrir alguna nueva ruta a esos picazos.
    Me alegro que hayas disfrutado el viaje.
    Un abrazo

  2. Las fotos espectaculares, muy bien de color y composición. Un sitio alucinante y toda una experiencia. Enhorabuena

  3. xuxa la vida para dificil en esos peladeros….¡¡¡¡y a no dudarlo son felices..algunos…..

  4. Espectacular foto Javi
    Groenlandia es impresionante y muy bonita
    si tienes mas fotos sabelas gracias

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