Rupurupay, El Pinero y Pozo de los Humos. Tres cascadas de Las Arribes

Profundos cañones de inaccesibles paredes de granito por donde se precipitan, en rugientes cascadas, arroyos crecidos en temporada de lluvias. Una exuberante vegetación natural crece más allá de los campos de cultivos mediterráneos. Y la silueta de buitres leonados recortándose contra el azul del cielo, son las imágenes que vamos a encontrar caminando por Las Arribes de Salamanca.

 

Pinero, Los Arribes del Duero, Salamanca

El Rincón del Trotamundos. Javier Elcuaz del Arco

Aprovechando un día sin lluvia entre el paso de dos frentes húmedos atlánticos, vamos a visitar algunas de las cascadas estacionales de ríos y arroyos que entregan sus aguas al Duero frente a tierras portuguesas.

Comenzamos a caminar en Aldeadávila de la Ribera. Desde la Ermita de la Santa parte una senda local señalizada a los miradores de Rupitín, Lastrón y Rupurupay. A cuatrocientos metros encontramos una bifurcación donde seguiremos el ramal indicado a este último lugar entre olivares y viñedos. El Arroyo de Valdelosmaderos de Remolino se hunde progresivamente a nuestra izquierda en un profundo valle con laderas cubiertas por huertos de olivos dispuestos en bancales. Aún persisten las huellas del último incendio forestal que sufrió esta zona.

Incendio, Los Arribes del Duero, Salamanca

La pista de tierra con buen drenaje, apta para vehículos, termina en el mirador de Rupurupay. Frente a nosotros la orilla portuguesa, y a un lado y a otro, en el formidable cañón tallado tenazmente, el embalsado río Duero es un sereno espejo donde brillan los colores del cielo y de la tierra. Continuaremos descendiendo por una senda muy bien mantenida siguiendo las señales blancas y verdes que traemos hasta llegar a una bifurcación. No hay ningún cartel indicador, pero tampoco es necesario, pues intuimos que desviándonos hacia la izquierda llegaremos a la cascada de Rupurupay, como así ocurrirá.

Rupurupay, Los Arribes del Duero, Salamanca

Rupurupay, Los Arribes del Duero, Salamanca

Rupurupay, Los Arribes del Duero, Salamanca

Un primer salto de agua, de unos veinte metros de altura, da lugar a otro más bajo antes de que las blancas y agitadas aguas bajen despeñándose hasta calmarse en las del Duero. El paraje, abierto hacia la vertiente portuguesa, es especialmente hermoso. La única huella humana es un chozo rectangular, levantado con piedras de granito a la sombra de un fresno y perfectamente integrado en el medio circundante. Será el segundo que encontremos, el primero, de forma circular, estaba un poco más arriba.

Chozo, Los Arribes del Duero, Salamanca

Volvemos sobre nuestros pasos hasta recuperar el sendero principal que seguimos hacia el este entre una riquísima vegetación mediterránea alimentada por la humedad del ambiente y favorecida por la temperatura templada del cañón.

Ruta Rupurupay, Los Arribes del Duero, Salamanca

Ruta Rupurupay, Los Arribes del Duero, Salamanca

Ruta Rupurupay, Los Arribes del Duero, Salamanca

La senda nos sube, de nuevo, a la penillanura cubierta por robles que, poco a poco, van dando paso al terreno cultivado. La ruta señalizada regresa a Aldeadávila, pero nosotros la dejaremos, a unos siete kilómetros del inicio, para llegar a la carretera que baja a la playa del Rostro, orientándonos en un laberinto de pistas de tierra. Un ancho camino sale a la derecha en una curva enorme que dibuja la carretera en descenso. Este camino nos lleva hasta el inicio de un sendero, donde un cartel de madera nos asegura que estamos en la ruta a la cascada del Pinero.

Almendro en flor, Los Arribes del Duero, Salamanca

Castillo, Los Arribes del Duero, Salamanca

Frontera Portugal, Los Arribes del Duero, Salamanca

Una bajada pronunciada por un olivar aterrazado nos lleva a esta segunda cascada. Un bosque cerrado solo nos deja ver su parte superior precipitándose por una vertical pared rocosa. El primer tramo de la cascada es un elegante chorro que cae sobre un resalte de roca y produce varios brazos de agua que terminan en una pequeña poza. La abundante vegetación dificulta ver el salto de agua completo.

Pinero, Los Arribes del Duero, Salamanca

Pinero, Los Arribes del Duero, Salamanca

Pinero, Los Arribes del Duero, Salamanca

El sendero, con una cadena de protección, pasa por detrás de la caída de agua y va ganando altura sobre el profundo cauce del río Uces hasta alcanzar un camino más ancho con carteles indicadores del Pozo de los Humos, nuestro siguiente objetivo.

Pinero, Los Arribes del Duero, Salamanca

Ruco, Los Arribes del Duero, Salamanca

Argallas, Los Arribes del Duero, Salamanca

Uces, Los Arribes del Duero, Salamanca

Viñedos, Los Arribes del Duero, Salamanca

Tras un largo descenso llegamos a la parte superior de esta espectacular catarata. Una ancha y sonora cortina líquida de color ocre, debido a las lluvias recientes, cae verticalmente cincuenta metros produciendo una nube de agua pulverizada que da nombre a este paraje. El sonido y el movimiento del agua, entre altas paredes de granito, crean un espectáculo natural que atrae nuestra atención largo tiempo.

Pozo de los Humos, Los Arribes del Duero, Salamanca

Pozo de los Humos, Los Arribes del Duero, Salamanca

Con un esfuerzo de voluntad continuamos nuestra ruta. Atravesaremos un sereno castañar ya cerca de Masueco. Pasado este pueblo, sólo nos queda un tramo de poco más de dos kilómetros por el sendero de largo recorrido GR 14 para regresar a Aldeadávila de la Ribera, nuestro punto de partida.

Camino de Masueco, Los Arribes del Duero, Salamanca

Membrillos, Los Arribes del Duero, Salamanca

Enredadera, Los Arribes del Duero, Salamanca

Burro arribeño, Los Arribes del Duero, Salamanca

GR 14, Los Arribes del Duero, Salamanca

Aldeadávila de la Rivera, Los Arribes del Duero, Salamanca

Hemos cubierto una distancia de unos veintidós kilómetros disfrutando de la obra producida por el discurrir de las aguas a lo largo de los siglos sobre el suelo granítico que sustenta estas tierras.

Las rutas descritas aquí y aquí son de gran utilidad para realizar el recorrido descrito. Conviene realizarlo en temporada de lluvias abundantes, evitando los meses de verano cuando corre poca agua por estos ríos y arroyos y el calor puede ser intenso.

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