Las aguas del río Ebro en su curso alto, excavan en las rocas sedimentarias que cubren el norte peninsular, entre las poblaciones de Valdelateja y Pesquera de Ebro, un impresionante cañón, cuyas paredes rocosas descienden en vertical hasta el mismo curso del río donde crece un frondoso bosque de ribera de hojas caducifolias.
El Rincón del Trotamundos. José Luis Pina
Salimos de Valdelateja por el cauce inferior del río Rudrón hasta su desembocadura en el río Ebro. Seguimos el curso descendente de las aguas hasta llegar a la pintoresca población de Pesquera de Ebro, no sin antes visitar la singular Ermita del Ebro, enclavada en un espacio de tierra firme que deja el río a su paso, donde crece una exuberante vegetación.
Tras darnos un paseo por el pueblo de Pesquera y disfrutar de su singular arquitectura medieval, de casonas nobles, hermosos escudos nobiliarios y el espectacular puente sobre el río Ebro, subimos hasta la parte alta del cañón donde tenemos una espectacular perspectiva de la singular orografía de este territorio.
Ahora la ruta de regreso al punto de partida Valdelateja, discurre por lo alto del cañón y pasa por la población de Cortiguera, una aldea prácticamente abandonada y cuyas casas, incluido su iglesia, se encuentran prácticamente en ruina, salvo algunas casas señoriales que se están reconstruyendo.
Abandonamos Cortiguera por la senda que bordea el cañón, donde nos encontramos con algunos miradores que se asoman por las verticales paredes y nos dejan ver el retorcido curso del río, el profundo barranco y los precipicios que se abren bajo nuestros pies.
Seguimos el camino hasta el conocido gran mirador, pasado este, descendemos por un zigzagueante sendero que discurre entre un frondoso bosque de sabinas y enebros hasta el pueblo de Valdelateja, no sin antes subir a la ermita de las santas Centola y Elena, situada en lo alto de Peña Siero un lugar estratégico con unas impresionantes vistas.