ALMOGRAVE ZAMBUJEIRA DO MAR
El Rincón del Trotamundos. José Acera Cruz
Abrimos el día con un buen desayuno…o mas bien modesto desayuno en la Pousada y de inmediato una vez que sacamos la mascota de la habitación simulada en la mochila de Mario, comenzamos nuestro pateo por un camino de tableros que nos lleva a la playa Grande y desde allí, el paisaje lunar de nuevo nos acompaña, si se quiere, hoy con más fuerza que los días de atrás, incluso hablamos de las características volcánicas de la zona por el contraste de colorido tan brutal, las planicies desérticas son mayores y sorprende siempre la vegetación espontánea y plena en el medio de la nada.
Un humilde puerto pesquero con barcas atracadas, casas de madera vieja, maltratada y endurecida por la fuerza del viento, la sal y la humedad constante… es un lugar muy singular pues no le faltan cascadas de agua y un bosquecillo de higueras que sombrea a los pescadores, mientras en tierra firme faenan junto a su refugio, (este sitio lo tiene todo).
En la ruta de hoy, en dos puntos concretos se rompe nuestro intuitivo camino y nos obliga a salir de la línea del litoral. El primero, posiblemente por evitar tocar las mejores y más mimadas zonas del parque, aunque se aprecia el camino de pescadores pegado al mar. El segundo, es justo al llegar al faro en el barranco que lo precede desde el norte, en este caso el camino está perdido aunque se evidencia su bajada a la cala y el ascenso por la parte contraria que te lleva a las catedrales de las cigüeñas. En fin, no ha pasado nada por los dos kilómetros por pista interna sin interés, pues al llegar a la aldea nos espera premio en la tiendecita de aquel lugar, hemos podido tomar unas Sagres con unas patatas de primera.
Pero lo mejor estaba por llegar, una vez superado el cabo y bien acompañados por un pasillo de madera para evitar poner nuestros pies en el santuario del parque, vamos encontrando repetidos nidos de cigüeña en lugares insospechados y casi imposibles…continuamos con pereza pues el contraste cigüeña/mar/catedral de roca, es un espectáculo continuo, pero tenemos que abandonar los tableros para internarnos en el camino que mira al este. De partida no queda otra que recorrer el sendero ancho desértico ya que aquí el acantilado está tan descompuesto que ciertamente no permite caminar de ninguna de las maneras.
Cómo es la hora del mediodía, el calor aprieta y el hambre también…a Lyra la dejamos descansar en las riberas de agua continuas que se dirigen al Atlántico y es el único remedio para que ella sobreviva en este desierto. ¡Pero no todo es penar!. Y al fin descubrimos posiblemente la única playa “accesible” de arena que veíamos en horas, había gente, muy poca para lo atractiva que desde el acantilado se veía la cala, ¿tendrá truco?, pues si, el secreto estaba en como bajar hasta ella… un sendero de cabras bien parecido a los de Picos de Europa y en este caso con alguna línea de seguridad que al igual que en algunos casos en Picos, el riesgo nace cuando te agarras a ella…pero conseguimos llegar abajo y disfrutar de un auténtico paraíso. Desde allí a Zambujeira do Mar será un paseo entre bonitos acantilados y rastro de serpientes entre la duna el acantilado y el mar.
La cena no ha estado mal en el casino, un local muy acogedor saliendo un poco de primera línea de playa pues este pueblo sorprendentemente tiene turismo, es bonito pero no es barato, hay mucha oferta para dormir y comer y los precios están a un nivel de los nuestros en España, en los mini supermercados incluso un poco más. La gente en gran medida es hospitalaria y acogedora aún con la inmersión turística que viven.
Recorrido…Almograve/Zambujeira do Mar. Extensión…22 kms.. Tiempo aproximado…7 hora. Ascenso/Descenso…203/193 metros.
La Ruta Vicentina, entre Alentejo y Algarve portugués (0)