Islandia en verano

Primera parte: el agua

El Rincón del Trotamundos. Javier San Sebastián

Islandia en Verano, Reikiavik

Islandia es uno de esos lugares que entusiasma, sacude con sus contrastes y deja poso. Estas líneas pretenden ser una descripción de sensaciones más que un relato del viaje que acabamos de hacer nueve amigos.

La primera visión impactante la disfrutamos antes de llegar: por las ventanillas del avión veíamos la noche por detrás y el amanecer creciente por delante. A las dos de la madrugada el sol crepuscular nos permitía distinguir desde el aire glaciares y volcanes.

El corto trayecto en furgoneta desde el aeropuerto hasta Grindavik nos presentó una primera imagen desolada, aparentemente estéril. En los siguientes días comprobaríamos que esta era sólo una de las muchas caras de esta isla-continente. Pasaríamos junto a campos y laderas rabiosamente verdes, terrenos de mal país interminable, montañas y manifestaciones volcánicas de todo tipo, ríos caudalosos, lagos, glaciares, decenas de cascadas a cual más atrayente, acantilados, fiordos y zonas desérticas.

Islandia en Verano, Reikiavik

Ya desde el coche las imágenes son imponentes y anticipan lo que vendrá. Las carreteras son en general estrechas, sinuosas pero suaves, abrazan el paisaje, suben y bajan sin cortar las montañas ni horadarlas. No permiten circular deprisa ¡ni falta que hace! No se ven casi postes ni cables que interfieran en el paisaje. Las granjas salpican los campos, coloridas sobre fondos verdes de hierba segada y ensilada en balas de varios colores que también contribuyen con su toque artificial a poner un estético contrapunto. Las ovejas, inquietas bolas de lana que casi siempre van de tres en tres así como los caballos, dispersos y libres hasta que llegue el frío, son parte inseparable de la imagen de Islandia.

Otro asunto son las carreteras secundarias, muchas de grava o de tierra, donde seguimos disfrutando con la visión todos… menos el conductor, porque hay baches, piedras, agua y sorpresas varias.

Islandia en Verano, Reikiavik

Todo en la naturaleza islandesa es excesivo, todo provoca admiración. Las cascadas son asombrosas. Variadas en su forma, descomunales algunas, recogidas otras, algunas que permiten acercarse (e incluso pasar por detrás), otras que provocan una lluvia pulverizada que cala sin remedio, con fondos basálticos como de teatro, panorámicas, abiertas, encadenadas o solitarias. No terminas de encajar de dónde sale tanta agua hasta que más tarde ves los glaciares. Te sientes pequeño. No importa que hayas visto imágenes antes. Es difícil comprender sus dimensiones hasta que no oyes su rugido atronador.

Islandia en Verano, Reikiavik

Islandia en Verano, Reikiavik

Islandia en Verano, Reikiavik

Islandia en Verano, Reikiavik

Islandia en Verano, Reikiavik

Islandia en Verano, Reikiavik

Islandia en Verano, Reikiavik

Islandia en Verano, Reikiavik

Islandia en Verano, Reikiavik

Islandia en Verano, Reikiavik

Islandia en Verano, Reikiavik

Islandia en Verano, Reikiavik

Islandia en Verano, Reikiavik

Islandia en Verano, Reikiavik

Islandia en Verano, Reikiavik

Islandia en Verano, Reikiavik

Los glaciares también sobrepasan todo lo esperable. El Vatnajökull es la tercera mayor masa de hielo del planeta, tras los polos. La altura de las paredes de hielo es sobrecogedora. Para mí, la excursión que hicimos al pico Kristianantindar, con las lenguas glaciares a los lados fue un recorrido completamente memorable. En esta tierra de “hielo y fuego” algunos volcanes muy poderosos están situado bajo los glaciares; cuando se activan, aparte de la expulsión de magma, cenizas y gases, funden masas de hielo brutales que provocan destructivas inundaciones. En una de las últimas ocurridas el mar no fue capaz de difundir el agua y el lodo canalizado por uno de los valles y se generó un tsunami. Algunas lenguas, como la que pisamos un día, están cubiertas de ceniza que el viento deposita cada temporada sobre el hielo.

Islandia en Verano, Reikiavik

Islandia en Verano, Reikiavik

Islandia en Verano, Reikiavik

Islandia en Verano, Reikiavik

Islandia en Verano, Reikiavik

Islandia en Verano, Reikiavik

Islandia en Verano, Reikiavik

Islandia en Verano, Reikiavik

Islandia en Verano, Reikiavik

Islandia en Verano, Reikiavik

En el lago Jökulsarlon los grandes bloques de hielo que caen de una de las lenguas del gigante Vatnajökull forman icebergs que se acumulan junto a la única salida hacia el mar. La imagen es preciosa. Por el desagüe del lago, aparte de la acumulación de los bloques de hielo, las mareas crecientes arrastran peces de los que las focas dan buena cuenta. Bandadas de charranes árticos y otras aves, aguardan como ejércitos sobre los hielos flotantes, esperando su turno.

Islandia en Verano, Reikiavik

Islandia en Verano, Reikiavik

Islandia en Verano, Reikiavik

Islandia en Verano, Reikiavik

(Este reportaje continúa en “Islandia en verano. Segunda parte: el fuego”)

One thought on “Islandia en verano

  1. Simplemente espectacular… Qué imágenes, gracias por compartir! Ahora que terminamos temporada estamos consultando destinos y Islandia aparece en uno de nuestros preferidos, jeje… Lo aconsejas para septiembre? Saludos!!

    Jordi.

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