El Rincón del Trotamundos.
Este viernes, 17 de junio tuvo lugar la inauguración del Festival Internacional de Música y Danza de Granada. En esta ocasión se celebra el 65 aniversario de su primera representación y lo hace con más de 20 conciertos, y todos ellos en lugares emblemáticos de la ciudad de Granada: Palacio de Carlos V, Patio de los Arrayanes, paseo de Los Cipreses en el Generalife, Auditorio Manuel de Falla, Cármen de los Mártires, Corral del Carbón, Centro Federico García Lorca, Hospital Real. Espacios todos ellos de gran belleza paisajística y arquitectónica, enmarcados en la Alhambra y su entorno, donde la música, la poesía, y la lírica se acompasan con el susurro del agua que brota de las fuentes y las acequias que surten los estanques.
Notas del programa de mano del festival
El Festival Internacional de Música y Danza de Granada tiene su origen en los conciertos sinfónicos que desde 1883 se celebraban en el Palacio de Carlos V, y en el Concurso de Cante Jondo convocado en 1922 por García Lorca, Falla y otros intelectuales y artistas de la época.
Cervantes, Shakespeare y Lorca
Se conmemora este año el 400 aniversario de dos grandes autores de la historia de la literatura mundial, Miguel de Cervantes y William Shakespeare. También se conmemora el 80 aniversario del asesinato de una de las grandes figuras de la poesía y las letras del siglo XX, Federico García Lorca. El Festival de Granada, como homenaje a la propia ciudad, declarada por la UNESCO ciudad de la Literatura, ha querido incluir en su programa diversas obras musicales y de danza que están inspiradas en estos grandes autores literarios.
Dos largas semanas de conciertos que son el delirio de los melómanos granadinos y de los viajeros de todo el mundo que visitan la ciudad en estas estivales flechas que coinciden con el principios del verano. Veinte noches en las que se puede escuchar opera, danza, flamenco, guitarra clásica, y música sinfónica, teniendo como telón de fondo la sierra nevada, los barrios del Albaicín y el Sacromonte, el paseo de los Tristes, la vega de Granada, y sobre el cielo estrellado, la cara brillante de la luna.
Describir cada uno de los espacios en los que tienen lugar los conciertos, es repetir lo que ya se a dicho una y mil veces, por eso será mejor dejar volar la imaginación del espectador y del viajero para que pueda disfrutar de la belleza que reina en estos históricos lugares mediante las fotografía que incluimos en el reportaje, por aquello de que más vale una fotografía que mil palabras pronunciadas mil veces y escritas sobre los nobles monumentos en los que tienen lugar los conciertos.
El palacio de Carlos V, es una de las construcciones más nobles y bellas del renacimientos existentes en Empaña. Su forma circular con doble galería y sus gruesos muros, contrastan con el refinado de los palacios nazaríes de la Alhambra. El palacio fue diseñado por el arquitecto Pedro Machuca, discípulo de Miguel Ángel. Además de la excelente acústica que se disfruta en los conciertos que tienen lugar en este espacio, suelen ser espectaculares las representaciones que tienen lugar durante las noche de luna llena, cuando esta se asoma por los altos muros del palacio y observa silenciosa su interior.
El Corral del Carbón, esta situado en la calle de los Reyes Católicos, en el centro neurálgico de la ciudad de Granada. El Corral del Carbón es uno de los monumentos árabes más singulares de la ciudad, en este edificio almacenaban los musulmanes los productos que posteriormente vendían en la Alcacería, antiguo zoco árabe.
Consta de una magnifica portada y zaguán construidos a finales del siglo XIII y un patio rodeado de galerías. Es el único edifico de tales características que se conserva en España. A servido para numerosos usos, desde almacén para el carbón, hasta corral de comedías. Por ello los conciertos que tienen lugar en este recinto, son para los asistente todo un homenaje a esta singular arquitectura que por suerte ha llegado hasta nosotros.
Patio de los Arrayanes, corazón de los palacios nazaríes de la Alhambra. Este es otro de los escenarios donde tienen lugar alguno de los concierto del festival. Es posiblemente el lugar más mágico de la Alhambra y el de mayor embrujo y sensualidad, adjetivos que se acrecientan durante las noches de conciertos, cuando los acordes de la música acarician el arte de los arabescos, las sensuales columnas de mármol, los mocárabes que sostienen la bóveda celestial, y la geometría de los coloridos azulejos. Acordes que se cuelan por las refinadas celosía que cubren los ventanales del palacio y se pierden en las noches granadinas del Albaicín y el Sacromontes.
El Carmen de los Mártires, se encuentra situado a extramuros de la Alhambra, próximo al barrio del Realejo. En sus aterrazados paseos crecen palmeras, tilos, magnolios, cipreses y otros muchos árboles ornamentales, que lo convierten en uno de los jardines más bellos de Granada, donde la naturaleza, la arquitectura, el agua de sus fuentes y estanques, se conjugan creando un espacio armónico de gran belleza que emociona y seduce al viajero que visita el lugar. Ni que decir tiene que los conciertos en este marco de naturaleza y aromas, transportan al espectador hasta el mismísimo éxtasis del que es difícil salir y mucho menos olvidarse.
El Hospital Real, se encuentra situado junto al jardín del Triunfo, extramuros de la ciudad, en el lugar que ocupaba un gran cementerio árabe. Este hospital fue mandado construir por los reyes Católicos para albergar otros hospitales dispersos por la ciudad, entre ellos el de la Alhambra. En la actualidad es la sede del rectorado de la universidad de Granada.
El Hospital Real, forma una planta de cruz latina y cuenta con cuatro bellos patios y un cimborrio. El patio llamado de los Mármoles fue diseñado por el arquitecto Martín de Bolívar, discípulo de Diego de Siloé. En este patio tienen lugar los conciertos que organiza el Festival Internacional de Música y Danza de Granada. Sin duda un espacio fantástico para disfrutar de la música, y de paso recrearse con la bella arquitectura de este singular edificio del siglo XV que atesora entre sus cimientos y gruesos muros, una dilatada historia que llega hasta nuestros días.
El Auditorio Manuel de Falla, esta situado muy próximo al Carmen de los Mártires, justo al lado del museo del compositor Manuel de Falla, en la parte alta del barrio del Realejo. Aparte de la excelente acústica con la que cuenta el auditorios, cabe destacar la ubicación del mismo, en la parte alta del barrio del Realejo. Desde el emplazamiento de sus terrazas se tiene una de las panorámicas más bellas de la parte oriental de la ciudad de Granada, el barrio del Realejo, el valle del río Genil y la Sierra Nevada. Lo que ni decir tiene que los conciertos en este auditorio son una autentica maravilla para lo melómanos y para quienes gustan de contemplar la ciudad durante la noches de verano.
El Centro Federico García Lorca, se encuentra situado en la plaza de la Romanilla, una construcción relativamente reciente, próximo a la Catedral, la celebre plaza de las Pasiegas, el antiguo zoco árabe y la plaza de Bib Rambla, centro neurálgico de granada. Quizás lo que más llama la atención de este lugar es su construcción modernista que alberga, además de exposiciones, los fondos del poeta Federico García Lorca. El centro es un referente cultura de la ciudad en el que tienen lugar durante todo el año actuaciones diversa, en este caso el Festival Internacional de Música y Danza de Granada, a programado algunas actuación “Mujeres Cervantinas”.
El Teatro del Generalife, se encuentra ubicado en medio de los bellos jardines del Generalife, rodeado de adelfas y fuentes que susurran en la noche. Lo que en tiempos nazaríes fue un palacio de verano, situado en el cerro del Sol, con una extraordinaria vista del barrio del Albaicín y el paseo de Los Tristes. Es hoy un conjunto arquitectónico cuyo principal interés radica en los jardines, en las fuentes y en las decenas de rosas, jazmines y geranios que perfuman este recinto.
Hace unos años, tuve la inmensa suerte de disfrutar en este excepcional lugar de una de las más bellas representaciones que he visto en mi vida, no solo por la belleza de la obra (el Lago de los Cisnes del compositor ruso Chaikovski). Mediada la representación una tormenta hizo su aparición, y los hizo sin avisar, con truenos, relámpagos y lluvia. Contrario a lo que muchos de los espectadores que asistíamos al concierto creíamos, los actores siguieron representando la obra en medio de aquella inconmensurable fuerza de la naturaleza.
Ni que decir tiene que el espectáculo fue doblemente bello, pues los cisnes bailaban y bailaban vestidos de blanco bajo la lluvia, como si estuviesen en su hábitat natural, mientras, la música arreciaba y sus acordes se mezclaban con el retumbar de los truenos. La luz fulgurante de los rayos que iluminaban el escenario y las copas de los cipreses que jalonan este hermoso jardín, desaparecía y al momento la oscuridad se cernía sobre los bailarines y los espectadores que asistíamos atónitos al inusual espectáculo que estaba tendiendo lugar en este bello lugar.