El Rincón del Trotamundos. José Luis Pina. 11/11/2014
Con el fin de disfrutar del colorido que ofrece el otoño y para darle más aliciente y una chispa de aventura, este año la ruta clásica que normalmente hacemos por las Hoces del río Duratón, Segovia, la hemos hecho al contrario de otros años, es decir, empezar en Burgomillodo y remontar el curso del río Duratón, en lugar de descenderlo por la margen derecha del río.
Las vistas de las hoces, son tan impresionantes como las que se obtienen desde la otra margen, pero las perspectivas son distintas, por lo que vemos la Ermita de San Frutos de frente, y también nos permite bajar al Monasterio de Nuestra Sra. de la Hoz y así conocerlo más de cerca y disfrutar de estas ruinas y del enclave natural en el que se hallan situadas estas.
Día frío y nublado con algún chaparrón a media tarde, pero sin importancia, ideal para disfrutar de los colores del otoño que ofrecen los chopos que crecen junto al río y de las paredes calizas que jalonan estas impresionantes hoces situadas en plena llanura segoviana erosionadas por las aguas del río Duratón que bajan de la sierra de Guadarrama.
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