El Rincón del Trotamundos. 25/9/2014
Aveces la historia parece que camina hacia tras, en vez de hacerlo hacia delante como sería lo lógico. Esto sucede cuando hablamos de reyes, desembarcos y parafernalia monárquica. Así las cosas, el próximo 28 de septiembre tendrá lugar en la villa de Laredo, Cantabria, la conmemoración del desembarco en 1556, del Emperador Carlos V. 458 años después seguimos con las mismas historias de reyes y plebeyos.
El caso es que, en la ciudad de Laredo, Cantabria, todo esta preparado para celebrar por todo lo alto este acontecimiento histórico, no solo para España, también para el resto del continente europeo, cuyo ilustre personaje, tras repostar en esta hermosa villa marinera, emprendería el último viaje de su vida que le llevaría hasta el Monasterio de Yuste situado en el sur de la Sierra de Gredos, Extremadura, donde moriría el 21 de septiembre de 1558, solo dos años después de su llegada.
En su último viaje de más de 4 meses y 21 etapas, además de cruzar la Cordillera Cantábrica, la comitiva atravesó los campos de cereal de la vieja Castilla soportando los rigores del clima extremo que durante el invierno azota estos páramos, para lo cual utilizaron carretas y carreteros que les llevarían hasta el puerto de Tornavacas, donde continuarían camino.
Como este último tramo del camino es muy abrupto y montañoso el personaje sería trasladado en andas transportadas por los lugareños más fuertes del valle del Jerte y la Vera, la única forma posible de poder atravesar la sierra de Gredos por el puerto de Las Yeguas, lugar en el que exclamaría Carlos V, “otro puerto no he de pasar yo más que el de la vida”.
‘El desembarco de Carlos V’ recrea aquella arribada de 1556, y se representa en las calles de Laredo y plazas medievales, paseos marítimos, playas y arenales a través de espectáculos y recreaciones históricas a cargo de diferentes compañías de teatro Españolas, Francesas, Italianas, Portuguesas y Marroquí. Un acontecimiento que el viajero sabrá aprovechar para disfrutar de las bufonadas del pasado y recrearse con las magnificas interpretaciones que realizan del echo histórico los participantes en las representaciones.
Durante los días en los que se desarrolla la fiesta, la villa se transforma y adquiere un carácter renacentista a través de escenarios como el entorno de la Puebla Vieja que se transforma en un Gran Mercado medieval, la plaza de la Constitución que acoge a los artesanos venidos de los pueblos del interior de Cantabria y de otros territorios peninsulares, o el mercado de las Artes y las Culturas donde se puede comprar bellas obras de arte.
El jueves 25 tendrá lugar el pregón, y a partir de ahí se sucederán los espectáculos y actuaciones, así como la apertura del Mercado. Le seguirán las demostraciones de cetrería, muestras con ocas, pavos, y dromedarios, zocos árabes, torneos de época… todo ello para conmemorar el último viaje de Carlos V y su desembarco en Laredo y disfrutar de esta villa marinera y del entorno natural y paisajístico.
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