LA MIRADA DEL VIAJERO
El Rincón del Trotamundos. 28/7/2014
Viajando este verano por la calurosa Castilla, nos encontramos con un campo de barruecos graníticos dispersos por un amplio territorio de entre sierra. Parecía como si estos deformes monstruos hubiesen salido en tropel, todos al mismo tiempo, de las entrañas de la sierra cercana y hubiesen cabalgado en todas las direcciones para colonizar el valle y ocultarse entre el matorral y los bosques de robles y encinas que cubren estos ardientes campos, donde solo las cigarras deleitan al viajero con sus repetitivos conciertos en medio de un ambiente de 40 grados.
Un paisaje bucólico en el que los espectros observan los pasos del camínate que se adentra por estos parajes de la provincia de Ávila, para encontrarse con sierras escarpadas de difícil acceso donde planean las aves rapaces, medran los zorros, los erizos y un buen numero de reptiles que utilizan estos escarpados montes para escapar de la caza y persecución que ejerce el hombre sobre ellos.
En la resolanas de estas sierras, encontramos pueblos silenciosos que duermen el sueño eterno del olvido, la austeridad y el conjuro del paso de las estaciones, cuyas calles y plaza resisten el paso del tiempo guarnecidas por los barruecos que acechan en las inmediaciones, incluso, muchos de ellos se integran en los elementos del paisaje urbano; paredes, poyos, dinteles, chimeneas, balconadas, fuentes y hasta en el propio campanario de la rústica iglesia aparecen los barruecos y la piedra labrada de granito.
Si el campanario es tan bonito como aqui lo vemos en la fotografía , creo que debiera estar declarado como monumento nacional ó incluso mundial,,,se lo merece, yo voto por ello…e.m.q.n.v.s.ferrar.