El Rincón del trotamundos. Fotografía, Antonio Gallego. 28/10/2013
Travesía en piragua desde el pueblo abandonado de Granadilla hasta la alquería de Martinebrón, remontando las aguas del río Alagón embalsado por el pantano de Gabriel y Galán. Una aventura por parajes solitarios de entre sierra, meandros que nacen de las gargantas y arroyos, suaves colinas que se adentran en el agua, flora y fauna mediterránea encumbrada por espesos bosques.
La berrea se notaba menos que otros años, pero el celo del ciervo se escuchó desde el atardecer al amanecer, en medio del silencio estrellado de la noche. Velada de observaciones astronómicas bien explicadas, a pesar de la luna, y mezcla de espirituosos para dormir bien hasta la salida del sol, escuchando berridos lejanos y ronquidos cercanos.
Por la mañana, el domingo, el nivel del agua permitía subir un poco más por el río hasta dar con el culo en las piedras y el lodo del fondo acumulado en el lecho, especialmente en el comienzo del meandro del Melero donde las lluvias han arrastrado grandes cantidades de sedimentos.
Durante el ascenso tranquilo y en un absoluto silencia, solo rotos por el avance de las piraguas, pudimos disfrutar del vuelo de la Cigüeñas negras, las piaras de jabalíes que a nuestro paso corrían a ocultarse entre las jaras y el brezo, en los claros pudimos contemplar las manadas de ciervos, y los zorros que oteaban nuestra presencia. En el camino de vuelta disfrutamos de algún que otro baño para despedirnos del largo verano.
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