El Rincón del Trotamundos. Javier Elcuaz del Arco. 12/7/2013
Situada en la Montaña Central de León, en la vertiente meridional de la Cordillera Cantábrica, la comarca del Alto Bernesga guarda los valores necesarios para ser Reserva de la Biosfera (declaración de 29 de junio de 2005). El río Bernesga atraviesa estas tierras de norte a sur, corriendo en paralelo, en un buen tramo, con la carretera nacional 630 y el ferrocarril. Estas dos vías de comunicación entran desde Asturias por el puerto de Pajares, en el límite noroeste de los valles de Arbas, la Tercia y Gordón.
Sin embargo, la actividad minera poco respetuosa con el medio natural y la falta de exigencia de las instituciones han dejado al descubierto pasadas actuaciones extractivas, pues la cubierta vegetal autóctona aún no ha sido restaurada.
Mediante tres rutas podemos acercarnos a estas bellas y castigadas montañas. Con la primera veremos el impacto de las actividades mineras; la segunda nos acercará a la historia y a disfrutar de las vistas más panorámicas del entorno y con la tercera nos acercaremos a las actividades ganaderas tradicionales y a rincones recónditos entre encajados arroyos, hayedos y pastizales de montaña con abundancia de agua.
En Santa Lucía de Gordón (1.051 metros) comienza la ruta circular que corona el Cueto de San Mateo. Unas cuatro horas tardamos en recorrer esta senda señalizada que nos lleva por desfiladeros, camperas y hayedos. Desde esta cumbre de 1.609 metros se contempla un panorama de contrastes: por una parte es la sucesión de picos y valles de la Cordillera hasta donde se pierde la vista; pero, también, destaca al norte la tremenda herida en el terreno que produce la Corta Pastora, explotación carbonífera a cielo abierto, y al sur la población de La Robla con su central térmica.
En el extremo norte se asienta Pendilla de Arbas a 1.304 metros de altitud. Por aquí buscaron los romanos la comunicación con Asturias, por la calzada que hoy se conoce como Carisa; la utilizó el general romano Cariso. Por ella ascendemos hasta el collado Propinde (1.583 metros). Estamos en tierras de castros, como nos explica un cartel informativo.
Dejamos la comodidad de la calzada para ascender, por la derecha, entre un tupido brezal hasta llegar al pico Tres Concejos (2.014 metros). Aquí se juntan los concejos asturianos de Lena y Aller y el leonés Villamanín.
La panorámica merece, con creces, el esfuerzo realizado: un oleaje de valles y sierras nos rodea en todas las direcciones; por el oeste destaca el macizo de las Ubiñas y los Fontanes, junto con Peña Rueda, y por el este los macizos occidental y central de los Picos de Europa.
Continuamos por la cuerda hasta alcanzar la collada de El Cuadro.
Buscamos el regreso por el valle Bustamores, que siempre nos ha acompañado por el sur.
La mayor parte de la ruta, que se puede hacer en unas seis horas, no está señalizada y discurre campo a través o por caminos utilizados por los caballos que viven en libertad por estos montes.
La tercera ruta ha sido señalizada por la asociación Cuatro Valles y se conoce con el nombre de Los Puertos de Verano. Recomiendo seguirla en sentido contrario al propuesto para superar la parte más dura aprovechando el frescor de la mañana.
Desde Cabornera subimos trescientos metros por la estrecha garganta visible desde el pueblo en dirección norte. Alcanzamos la pista que nos llevará en un cómodo paseo hacia el oeste hasta Paradilla de Gordón.
Desde los claros dejados por los robles que dan sombra a nuestro caminar, las formaciones calizas sobre el río Casares muestran la evolución resultante en una alineación de promontorios de roca curiosamente semejantes.
La iglesia de Paradilla domina el pueblo y el valle a nuestros pies y, al fondo, los puertos a los que nos dirigimos. Bajaremos para cruzar el río Casares y la ruta nos llevará por un hayedo que nos conduce a la Foz Escura. Caminamos por el lecho de un arroyo, lo que nos aconseja evitar la época de deshielo al transitar por estos lugares. Después de pasar por varias cabañas derruidas, salimos a un espacio cubierto por grandes escobas que nos lleva a una pista ganadera que se dirige hacia el este.
Aquí comienzan los pastizales que la trashumancia utilizaba en el verano.
La vista se abre con el Cueto de San Mateo dominando hacia el este; por encima y hacia el suroeste el pico Feliciano nos cierra la vista.
En suave descenso pasaremos el puerto de la Santa Cruz, el de Espineo y Fonfrea siguiendo el ramal que sale a nuestra izquierda y se interna por la Foz del Calero hasta regresar a Cabornera.
El recorrido está establecido en cinco horas y, en ocasiones, hay que dejarse llevar de la intuición, pues la señalización necesita unos cuidados que no se están prestando.
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con lo precioso que es la parte de Cueto San Mateo,y toda la zona circular y ahora van a hacer mas excavaciones a cielo abierto y terminar asi con algo tan bonito y por encima reserva de la biosfera,no tienen perdón.