Un paseo por la cima de la Aconcagua

El Rincón del Trotamundos. Jesus Herranz Adeva. 11/3/2013

Salvador Hurtado, Mari Trini Torralvo, Sergio Cano y Javier García han sido los Almerienses que han viajado a Argentina para coronar el cerro de la Aconcagua. Una montaña de casi siete mil metros de una extrema dureza. Es la montaña más alta del mundo fuera del Himalaya y también una de las que su ascenso comienza desde menor altura. Por consiguiente uno de los factores más importante es la aclimatación.

Es de agradecer la política del Parque, puesto que es obligatorio pasar por dos controles médicos a distintas alturas antes de ascender al cerro de La Aconcagua. De esta manera se comprueba el estado físico mínimo, para comenzar el acceder. Aun así!! Suele darse con frecuencia, casos de pérdidas humanas. Solo dan permiso para ascender, del 15 de diciembre al 15 de febrero y se han dado hasta su llegada cuatro fatales desenlaces. La altura, el frío y cansancio, son factores que desorientan a los montañeros y en caso de ir solos suele ser muy peligroso.

La primera semana en el Parque del Aconcagua fue de buen tiempo, propia de la época estival que se da en este momento en Argentina. Favoreciendo las primeras jornadas de treking para aclimatar, como fue el ascender al campamento Confluencias 3.300 m (primer control médico), Plaza de Francia 4200 m y Campamento base Plaza de Mulas 4.300 m (segundo control médico).

Una vez en el campamento Plaza de Mulas, descubrimos una pequeña ciudad bajo carpas, con servicios de restaurante, duchas, ciber, e incluso una galería de arte (que está incluida en el libro Guinnes de los récords, por ser la galería de arte más alta del mundo).

La mayor parte del tiempo en este campamento solo se piensa en la aclimatación. Para ello hay que hidratar, bebiendo mínimo cuatro litros de agua (para una optima aclimatación hay que beber, mínimo un litro por cada mil metros de desnivel). En pocos días comenzó el cambio climatológico, amaneciendo soleado pero nevando a partir del medio día.

Haciendo más dura la estancia, alojados en tiendas de campaña. Mucho más con las temperaturas, siempre inferiores a los cero grados. Nosotros porteábamos nuestro propio equipo a los campamentos superiores. Es decir! En un primer porteo se sube equipo y alimentos. Descendiendo para al siguiente día, en un segundo porteo, poder dormir en el campamento superior.

En un primer asalto al campamento I “Canadá” 4.800 m alt. Continuando con los dobles porteos, ascendiendo al campamento II “Nido de Cóndores” a 5.560 m. Siempre buscando la mejor aclimatación, descendimos nuevamente al campamento base Plaza de Mulas dejando parte del material y alimentos para el retorno. Una vez en el campamento base ya nos encontramos con nuestro compañero Javier.

El recién llegado, necesitaba un tiempo similar para aclimatar. Las previsiones meteorológicas cada vez eran mas negativas y no se equivocaron los meteorólogos. La siguiente semana fue a peor. Aún así, se anunció que en varios días iba haber una ventana de mejor tiempo y la aprovechamos para ascender.

Regresamos al campamento II (Nido de Cóndores) donde habíamos dejado material y alimentos. Haciendo noche, para al siguiente día ascender al campamento III “Cólera” a 5.970 m alt. Cruzando por el campamento Berlín 5.930 m. Hicimos noche en el campamento Cólera con temperaturas extremadamente frías, por encima de los 15 grados bajo cero. Salimos para la cumbre a las cuatro de la mañana.

El ascenso se hace muy lentamente, con crampones y piolet, pisando mucha nieve. Se camina a paso muy lento, una pequeña parada en Piedra Blanca para hidratar y continuando hasta el último campamento “Independencia” donde hay un pequeño refugio de madera. A partir de este momento, ya había amanecido y el clima estaba cambiando de mal en peor. Aún así hicimos la travesía y ascendimos hasta alcanzar una zona llamada La Cueva.

La temperatura era muy baja y la sensación térmica era mayor por el viento que cada vez aumentaba. El cansancio y la altura se hacían notar, el grupo se distancia, cada uno anda a su ritmo. Barritas energéticas, liquido, sacar algunas fotos, etc… Sergio Cano se distanció unos metros e iba en cabeza, pasando el collado y delante del Guanaco, viendo la cima a poco más de 150 metros, el viento era espantoso y las nubes nos cubrían peligrosamente. Consciente del riesgo, da por finiquitado este cerro, volviendo hasta el resto del grupo.

Al poco tiempo comenzó a nevar y con el viento había poca visibilidad, quedaba un largo trayecto de regreso. Aparecieron rayos y truenos, estos sonaban en ocasiones por debajo de nuestros pies y en la altura de la montaña. Era como estar dentro de la tormenta. Al día siguiente descendimos directamente de Cólera al campamento base y comenzamos los preparativos para regresar a España. El tiempo de estancia en Aconcagua y Argentina había finalizado y no quedaba tiempo para más oportunidades.

Tanto la estancia en el hotel como el vuelo de vuelta, los teníamos cerrados por lo que no había posibilidad de prolongar por más tiempo nuestra estancia en el campo base esperando que el tiempo mejorase. Por lo que decidimos regresar todos y esperar que en otra ocasión tengamos más suerte con el tiempo y podamos subir, la montaña siempre estará hay para poder disfrutar de su mítica cumbre.

Javier aguantó la semana que le quedaba con mal tiempo, viendo como la mayoría de los grupos amargados abandonaban las expediciones. Él había dejado parte de material en el campamento Nido de Cóndores y tuvo que hacer un gran esfuerzo para subir a recogerlo. Se arriesgó a continuar y aprovechando una pequeña mejora del tiempo, subió a campamento Cólera. Lugar para descansar, preparar todo para intentarlo de madrugada.

Le acompañó la suerte y con gran esfuerzo consiguió hacer cumbre a las 15:30 h. Una gran aventura para todos!! La expedición nos ha servido de gran experiencia para futuros retos en la montaña y de cómo organizar una expedición de estas características desde el momentos mismo de partir de Almería, hasta la aproximación a la montaña y la aclimatación, tambien saber retirarse en el momento oportuno.

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