Córcega, tierra de contrastes y pueblos indómitos

 

VIAJEROS POR LA ISLA DE CÓRCEGA (I)

El Rincón del Trotamundos. José Luis Pina. /8/2012

Como pensábamos, Córcega no ha defraudado, y simplemente ha sido un viaje espectacular, con grandes montañas de cerca de 2000 mts. de desnivel; increíbles pueblos encaramados en las aristas de las montañas y acantilados; exóticas playas de combinados colores,  desde verdes esmeraldas, pasando por azules turquesas y siguiendo por azules marinos inmensos.

Las carreteras de verdadero vértigo con los corsos conduciendo como en una ciudad sin ley; eso si, tan solo hay una curva (una para la derecha, otra para la izquierda, una derecha, otra izquierda….). La única recta que hay, es la costa este. El resto es una locura de curvas.

Salimos el 16 de Junio después de comer para dormir en el camino y continuar viaje el día siguiente hasta llegar a Toulon, muy cerca de Marsella, en donde al día siguiente a las 8,00 de la mañana salía el Ferry para L’île-Rousse, en el norte de la isla.

Seis horas de travesía para llegar a las 2 de la tarde y alojarnos en Bastia. Al día siguiente recorrer la impresionante península de Cap Corse por una sinuosa carretera en la que caben don coches de chiripa y al borde lo los acantilados. Llegamos a San Florent en donde dormimos.

Seguimos recorriendo pueblos costeros los primeros días para hacia el cuarto, disfrutar de las aguas de montaña del Circo de Bonifatu, ascendiendo hasta la Bocca Unnominata. Fueron 1300 duros mts. de desnivel con un calor insoportable, pero que al  final, sus sorprendentes vistas merecen la pena el esfuerzo. La bajada, por el mismo itinerario, menos fatigosa que la subida, pero para piernas.

Aquí coincidimos con una etapa del GR-20, el cual dicen que es el más duro de Europa, y lo dicen con razón, pues es un constante sube y baja de más de 1300 metros de desnivel todos los días durante al menos 10, y con temperaturas por encima de los 30º muchas veces.

Después de la dura etapa del día anterior, continuamos haciendo turismo por el interior viendo paisajes como las Calenques, que es una zona rocosa con innumerable agujas de un rojo intenso y con una carretera de verdadero vértigo, pues cuando te encuentras con otro coche, tienes que pararte y cruzarte con el muy despacio. (Carretera con intenso tráfico). Dichas agujas caen en picado hasta el mar.

 





NOTICIAS RELACIONADAS

CaFla, festival Folk de Cagliari, Cerdeña

Viaje al pasado por Bretaña y Normandía

Chamonix, vuelta a la cuna del alpinismo

Viaje por Francia

Solo el que se arriesga tiene la posibilidad de acertar

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.