Mont Blanc. Ruta de los cuatromiles. Agosto de 2011


El Rincón del Trotamundos. F. Javier San Sebastián Aller. 16/2/2012

Llegando al Col de la Brenva

1977. Un grupo de voluntariosos amantes de la montaña nos encargábamos de preparar la revista del grupo “Almanzor” de Ávila. Ángel Rituerto, de Arenas, me pasó el relato de su excursión al Mont Blanc. No podíamos poner fotos, porque tirábamos la revista con una multicopista “vietnamita”, donde sólo era posible poner textos o dibujos; había que preparar un “cliché” pringoso con la máquina de escribir, pegarlo al cilindro y cruzar los dedos para que no se rompiera demasiado pronto al darle a la manivela.

Tour

No obstante, teníamos fotos en blanco y negro, donde aparecían glaciares, desconocidos para nuestros diecisiete años, paredes, grietas y abismos enormes.

Para nosotros, que vivíamos pensando en la montaña cada día, que preparábamos la salida del fin de semana con una intensidad difícil de entender y unos medios difíciles de creer, ir a los Alpes era un sueño inalcanzable.

Desde Couvercle

Con el tiempo, las distancias se acortaron y nuestra capacidad (técnica y económica) nos permitió descubrir algunas grandes montañas y al fin, el Mont Blanc. Hace años sufrimos con la ascensión por el glaciar de Bossons (1800 m de subida desde el refugio de Grand Mulets). Tres años atrás, por la normal, la horrorosa climatología nos permitió “aguantar” en un refugio Gouter casi sin gente. En el último momento de la madrugada, cuando casi todo el mundo había renunciado, una pausa en el mal tiempo nos permitió alcanzar la cumbre por un recorrido que nos parecía virgen, pues las huellas habían sido borradas por la tormenta nocturna.

Plateau du Trient

En el 2011, Jose Truji y yo volvemos al Mont Blanc, esta vez con Escubi y Juanjo. Haremos el recorrido de los cuatro miles, en mi opinión, la más hermosa de cuantas rutas alcanzan la cumbre sin dificultad extrema.

Lo primero que debemos hacer cuando nos planteamos la salida es reservar plaza en los refugios. La mejor opción es salir desde les Cosmiques, un refugio privado fantástico, con ambiente, fabulosas vistas, fácil acceso y caro como un hotel. Viene a ser más o menos lo contrario que el desagradable y difícil Gouter, o al menos así lo percibo yo.

Arista de los Cósmicos

El hecho de comenzar por la Aiguille de Midi y salir por Gouter, supondría intentar reservar plaza también en el segundo refugio, aunque para mí siempre sería mejor opción seguir hasta Tete Rousse, infinitamente más agradable, cálido y con fantásticas vistas, aunque haya que descender mil metros más. Optamos por hacer la ruta de ida y vuelta, con lo cual podemos dejar peso en les Cosmiques. Reservamos dos días, así, en caso de mal tiempo, tendríamos una segunda oportunidad.

Muro de la Coté y MB al amanecer

Si queremos coronar sin problemas es necesario conseguir una buena aclimatación. En esta ocasión decidimos subir al refugio Albert I, junto al glaciar de Tour.

Glaciar Tour y A. Tour

Ya conocíamos su bonita aproximación y las asombrosas vistas sobre el glaciar de Argentiere, que se consiguen tras atravesar el glaciar y ganar altura sobre las estribaciones de la Aiguille de Chardonnet.

G. Argentiere

Ascendemos varias cumbres próximas que rondan los 3.500 m: Aiguille du Tour, Tete Blanche y Petite Fourche. Son cumbres sencillas, aunque el mal tiempo las complica.

Arista cimera A.Tour

Hace tres años completamos la preparación subiendo al refugio de Couvercle a través de un recorrido magnífico, los balcones de la Mer de Glace. Una sucesión de escalas y sendas aéreas que nos permite una vista impresionante sobre el gran glaciar y frente los gigantes más conocidos de los Alpes.

Balcones Mer de Glace

En Chamonix, tras comprobar la previsión meteorológica (por internet, pero también acercándonos a la Casa de la Montaña, por aquello de conservar los ritos) subimos en el teleférico a la Aiguille du Midi. El comienzo del recorrido en la estación superior es para no perdérselo; el famoso paso del túnel de hielo nos deja en una arista escalofriante. No tiene dificultad, pero es expuesta, así que hay que caminar con precaución y debidamente asegurados.

Salida A. Midi

La noche en el refugio es breve, porque la hora de salida es sobre la 1,30. Vemos delante de nosotros como se eleva una sucesión de puntos de luz, formada por los frontales de los montañeros que ascienden las fuertes rampas del Mont Blanc de Tacul. Las ciudades y pueblos van quedando cada vez más abajo. Este año la nieve es abundante y se pasan bien las grietas, así que el ascenso es rápido.

Subida al Mont B. de Tacul

Un ligero descenso nos deja en el siguiente obstáculo, el Mont Maudit. Aquí la inclinación con respecto a la parte más alta hace que las luces den la sensación de ser estrellas en el cielo más que lámparas frontales.

Para superar la arista es necesario pasar una rimaya, fácil este año, y una fuerte pendiente de unos 80 m de longitud. Aunque hay alguna cuerda fija, no se puede utilizar. Optamos por montar una reunión intermedia en el afloramiento rocoso y subimos sin problemas.

Cuando nos dirigimos hacia el Col de la Brenva el sol comienza a iluminar el Mont Blanc. Desde el collado, tras pasar la rampa del muro de la Coté, sólo queda la subida final, que se hace larga, a pesar del fantástico ambiente y las vistas sobrecogedoras.

Col de la Brenva

Parece mentira, pero el hecho de encontrarnos nuevamente en la cima nos emociona. Es un día increíble, con muy buena visibilidad y una temperatura razonable. El día soñado.

Cumbre Mont Blanc

En el descenso vamos redescubriendo el camino desde otro punto de vista. La dificultad está en la empinada rampa de Mont Maudit y en la nieve blanda, pero llegamos a les Cosmiques sobre las seis de la tarde, sin más incidencias que el cansancio y la euforia que sentimos.

Mont Maudit

Descenso de arista Mont Maudit

Mont Maudit, rampa

Descenso de MB de Tacul, al fondo ref Cosmiques

¡Qué placer contemplar las cumbres, sentados tras las ventanas del refugio, tomando una cerveza y recordando cada momento vivido!

Amanecer en MB de Tacul

La ascensión por la ruta de los cuatro miles no es complicada en condiciones normales, pero ¡cuidado! que nadie se engañe y piense que es un paseo para iniciarse o algo así. Es alta montaña y requiere conocimiento técnico, experiencia y preparación física. Los cambios meteorológicos y el estado de la nieve pueden hacer que sea un recorrido muy difícil o imposible. Hay que saber valorar las situaciones, saber desenvolverse en los glaciares y llegado el caso, saber renunciar. Por otro lado, es imprescindible una aclimatación suficiente antes de intentarlo.

Sombra del Mont Maudit

Aventura y ocio en la Naturaleza

http://www.elrincondeltrotamundos.com

 

4 thoughts on “Mont Blanc. Ruta de los cuatromiles. Agosto de 2011

  1. Vaya paisaje y vaya vistas!!!. Se que lo disfrutasteis mucho, a pesar del esfuerzo.Saludos y besos para los cuatro, Carmen

  2. ¡¡ Que maravilla de relato y de fotos !! Gracias Javi creo que en esto esta la esencia de la vida, su origen y su trayecto, donde los fondistas son los que obtienen su buen merecido. Magníficos los comentarios y estupenda vuestra ascensión.

  3. Que reportaje más alucinante,preciosas las fotos y que envidia me dais, aunque soy afortunada por haber compartido con alguno de vosotros,aunque menos espectacular, alguna que otra ruta,pero con un subidon tremendo….. para volver a repetir.

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