Manolo
Este domingo lo pasamos en el pueblo serrano de Monleón, donde degustamos de una «espectacular» paella adquirida en uno de los bares de Endrinal de la Sierra. Por la mañana anduvimos por los alrededores del pueblo, donde los senderos apenas subsisten con tanta hierba de grandes dimensiones.
Recorrimos un tramo del Alto Alagón, cruzamos por su típicos puentes, y disfrutamos con las aves y los insectos que encontramos por los bosques de roble que circundan el pueblo.
Monleón se halla enclavado sobre lo alto de un teso, domina el paisaje y nos traslada hasta el medievo con sus emblemáticas murallas del siglo XIII. El recinto amurallado tiene tres puertas. La puerta de la Villa, al noroeste, La puerta del Sol, al este, la de Coria, al sur, junto al castillo. Un hermoso caserío que entona con su entorno, donde la naturaleza, el paisaje y la arquitectura, se funden en un todo armónico.
