La historia en el Setau Sageth, Encantats y gran bucle

Jose Luis Garcia

 

LOS CAMINOS HISTORICOS

Hoy es posible afirmar que algunas de las rutas que conducían desde los llanos de España y Francia a los puertos de Vielha y Benasque en los Pirineos, fueron utilizadas al final del Siglo III y comienzos del siglo II a.C. antes de la llegada de los romanos a estas zonas.

 

 

Durante toda la Edad media, todo el trafico de mercaderías se realizaba a través de estos puertos, que fueron empedrados para poder pasar con las caballerías. En el caso del Puerto de Vielha a 2.470 mts de altura y que es la quinta etapa del Setau Sageth, se siguió utilizando intensamente el camino para comunicarse entre la Alta Ribagorza en Aragón y la Val d’Aran, hasta el año 1.948 que finalizo el Túnel de Vielha y quedo asegurado el acceso al Valle de Aran durante todo el año.

 

LOS HOSPITALES DE LOS PIRINEOS

Para asegurar este trafico de personas, mercaderías y peregrinos en unos puertos de montaña tan altos y duros como estos se comenzó a finales del Siglo XII la construcción de una serie de “Hospitales” a ambos lados de la cordillera con el objeto de dar cobijo a la gente. En el puerto de Benasque entre Aragón y Francia se realizaron hacia el 1.160 los Hospitales de Benasque y Luchon, impulsados por la Orden de los Caballeros de Malta.

 

También para asegurar el trafico hacia la Val d’Aran se construyeron  la Ermita de la Artiga de Lin y el principal de ellos, el Hospital de Sant Nicolau dels Pontets o Hospital de Vielha. Situado a 1.626 mts de altura, a la entrada del actual túnel de Vielha, hay referencias de su utilización en el año 1.192.

Estos hospitales daban cobijo a las personas y les ofrecían el pan, la sal y el vinagre en su estancia. Posteriormente fueron en los siglos XVIII y XIX, punto de control de aduanas de todas las mercancías que pasaban por los puertos. En la actualidad están funcionando como Refugios el de Benasque, Luchon y Vielha, habiéndose perdido el de la Artiga de Lin.

CAMINOS DE TRANSHUMANCIA

La ganadería fue siempre de vital importancia en el desarrollo de estas zonas del llano y de la montaña. En el año 987 se habla ya de la “Via Carrale” por donde subían al ganado hacia el Hospital de Vielha y el Valle de Aran. En una época máxima llegaron a moverse en esta zona hasta 25.000 ovejas. Con el tiempo el flujo disminuyo, pero se seguía pasando, por el Coll de Rius a 2.340 mts., lugar por donde ahora discurre la cuarta etapa del Setau Sageth.  El ganado, en este caso ovejas se llevaba a los pastos del Circo lacustre de Colomers, Rius y Restanca.

En cuanto al ganado vacuno se ha seguido trayendo al Valle de Aran y llevándolo a los pastos de altura del Pla de Beret a 1.800 mts, si bien se ha ido perdiendo el llevarlos por la montaña y actualmente pasan por el Túnel de Vielha. Se ha llegado a tener 5.000 vacas en los pastos de altura.

SETAU SAGETH: TERRITORIO MINERO

Ya en el año 1.763 se realizan en la Val d’Aran las primeras prospecciones con el interés de encontrar plata y oro. Posteriormente en 1.851, Lucas Aldana escribía en una revista minera de sus andanzas por la zona de Liat en la que había encontrado yacimientos de plomo y de zinc.  Entre 1.880 y 1.905 varias empresas de origen frances y belga consiguen una serie de concesiones para explotación de las minas que llega a 20 de unas 459 hectáreas. Al final, en 1.912 se pone en funcionamiento el lavadero de material de Pontaut y un teleférico desde Liat al lavadero de 13 kmts de recorrido. En esta época se acondicionan caminos para personas y caballerías y zonas de viviendas para ingenieros, capataces y trabajadores. Todo ello es fácilmente visible en la tercera etapa del Setau Sageth, por los restos del lavadero, columnas del teleférico y las entradas a las minas en Liat. El Refugio Era Honeria, esta enclavado en el lugar donde había un horno para tratar el mineral.

En 1.929 se alcanza la producción máxima de 60 toneladas de material bruto por día, que va disminuyendo hasta el año 1.934, con una baja sensible en el precio del mineral. Después de la guerra civil española se intenta poner en  marcha de nuevo pero no es posible. El último intento en 1.962 y en 1.968 se abandona la idea de intentarlo vendiendo todo el material que había.

Paralelamente se hacen explotaciones también en el valle del Rio Unhola (Rio Rojo) en las minas Reparadora y Plan de Tor cuyos restos son todavía visibles hoy, cercanas al sendero del Setau Sageth que nos conduce en descenso desde Liat a Bagergue y Salardu.

CAMINOS DE LEYENDA

Todas estas zonas siempre tienen alguna historia en la que no se sabe bien si lo es o es una leyenda, ya que no se encuentra documentada. Las dos mas conocidas son  las de LA PEIRA DE XISCO en la val d’Aran y la de ENCANTATS.

LA PEIRA DE XISCO (La piedra de Francisco)

Cuentan que los habitantes de la Val d’Aran y los de la Ata Ribagorza siempre andaban discutiendo de donde poner la divisoria de las dos comarcas y de esa forma saber quien utilizaba los pastos para el ganado en verano.

Para poner fin a la discusión acordaron que harían lo siguiente: un grupo saldría de Vielha y otro desde Vilaller hacia el Puerto de Vielha (divisoria de aguas) y allí donde se encontraran, pondrían la divisoria. Los araneses se fueron pronto a dormir, madrugaron y anduvieron todo lo rápido que pudieron.  Los de Vilaller, se fueron de juerga nocturna, se levantaron tarde y andaron taciturnos en dirección al comienzo del Puerto, hasta que llegaron a una roca en la que muy cansados se pararon a dormir.

Al poco, los araneses que habian pasado el puerto y ya bajaban valle abajo, se  encontraron a los Ribagorzanos en la piedra, y allí marcaron la divisoria, en La Peira de Xisco o “Peira deth Terme” (Piedra de la divisoria), cerca de 2 kmts mas abajo de la boca sur del túnel de Vielha y fácilmente visible en la actualidad.

De esta forma un Valle que geográficamente es atlántico, con el Rio Garona de protagonista,  tuvo una parte mediterránea en el alto valle de Barraves, con el nacimiento del Rio Noguera Ribagorzana.

ENCANTATS

Es quizás una de las leyendas mas conocidas de los Pirineos por el carácter religioso que contiene, algo que en los Siglos XVII al XIX marcaba la vida de todos los pueblos que habitaban en las montañas.

La leyenda de los Encantats es un cuento fantástico de los antiguos habitantes del pueblo de Espot que trataron de explicar el nombre de aquellas montañas. Cuentan que en el mes de Septiembre, se celebraba una romeria a la Ermita de Sant Maurici cada año a la que acudían los habitantes de Espot. Pero ese año, dos cazadores de nombre Cristofol y Esteve decidieron no ir a la romería marchando montaña arriba para poder cazar, alcanzando después la cima de la montaña.

Poco después comenzó a ponerse brumas, relámpagos y finalmente un trueno ensordecedor. Cuando paro y se despejo, la montaña aparecía dividida en dos picos y los jóvenes cazadores habían sido petrificados como castigo divino a su osadía.

 

 

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