Un extraordinario viaje por el corazón de México

Sofía Belles Humble

Allá nos fuimos con la mochila a cuestas, con 17 días por delante para empezar nuestra aventura por tierras mexicanas, conocer, aventurarnos en un mundo desconocido, una cultura distinta pero parecida a la de nuestra querida Guatemala, sin saber qué nos esperaba, qué nos íbamos a encontrar, qué cosas íbamos a ver, cómo iba a ser la gente y sus paisajes…

Comienza la aventura….

Salida 17 de Diciembre 2010 de Ciudad de Guatemala hacia Huehuetenango (Guatemala). Ahí me reúno con un amigo y vamos hasta Todos Santos Cuchumatán, situada en la sierra de los Cuchumatanes a una altura que oscila entre 3100 y 1500m. sobre el nivel del mar… montañas y más montañas…

20 de Diciembre, Lunes. Salida desde Huehuetenango hasta la Mesilla, frontera con México. De ahí me dirijo hasta San Cristobal de las Casas en Chiapas y me reúno con el resto de compañeros y compañeras. Quedamos en la plaza central a una hora aproximada, pues nuestros celulares guatemaltecos ya no funcionan en México. Entrando ya en la ciudad de San Cristobal, desde el autobús veo a mis compañeros, no fue difícil reconocer a Ezequiel con su pantalón de Santiago de Atitlán…. Más tarde logramos encontrarnos en la plaza, y cómo no.. ya estaban comiendo unos ricos tacos autóctonos!!!

Encontramos un hostal bien bonito, llamado Iguana Hostel. Muy agradable, la gente muy acogedora, haciendo fogatas por la noche, hablando y riendo con el resto de personas que ahí se alojaban. Tuvimos la suerte de poder observar el eclipse lunar, precioso! Las casas, los monumentos, el ambiente, la ciudad en si era algo especial. Siempre que podíamos aprovechábamos para observar la puesta del sol, y con ésta luz tomar nuestras fotografías…

De aquí fuimos visitando varios lugares, como San Juan de Chamula, el Cañón del Sumidero, donde pudimos observar las aves carroñeras que por aqui abundan y cocodrilos que casi parecían de mentira, pero sí, eran de verdad…

Próximo destino Palenque, ciudad maya uno de los sitios más impresionantes y bellos de Chiapas y realmente es de merecer la visita. Tanto por el buen estado de sus templos como la vegetación y la naturaleza que lo rodea, así como los animales que se oyen de fondo. Realmente increíble!

Seguimos la ruta y vamos bajando hacia las Cascadas de Misol-ha y Aguas Azules, que como su nombre indica, las aguas son azules turquesas, precioso! Para movernos de un lugar a otro vamos tomando buses, o de vez en cuando algún buen hombre nos recoge por el camino y nos acerca hasta el lugar que queremos ir. Lo mejor del viaje, las aventuras, el no saber dónde vamos a dormir, hasta dónde vamos a llegar, cómo vamos a llegar… y si vamos a llegar a nuestro destino…

Saliendo de las cascadas de Misol-ha, ya no pasaba ningún autobús, el camino estaba un poco apartado y no pasaban muchos carros… y ahora qué hacemos, pensamos.. vamos a poner un cartel que ponga nuestro próximo destino: Aguas Azules… tras una media hora de espera, una camioneta tipo pick up nos paró y nos sentamos en la parte de atrás.. otros 30km más hasta llegar a Aguas Azules, allí ya pasamos la noche y madrugamos para seguir conociendo y seguir con nuestra ruta…

De nuevo, las mochilas a la espalda y dirección a Comitán. Allí nos re-encontramos con nuestro amigo italiano que habíamos estado en San Cristobal. Ya pasamos la noche buena ahí todos y todas juntas. Cenamos, conocimos a un chico que estaba cenando solito, y le invitamos a que se sentara con nosotros… de ahí andábamos buscando algún lugar para tomar algo, preguntando, caminando de un lugar a otro, pero no encontrábamos nada abierto, puesto que era noche buena y la gente lo pasaba con su familia.

Pero llegando a una plaza, empezamos a escuchar música en un lugar que parecía ser un bar… empezamos a tocar la puerta, puesto que ésta parecía estar cerrada y finalmente se asomaron unas personas del balcón… ahí nos vieron a los cinco, con caras de querer estar en algún lugar tomando algo, lejos de nuestras familias y amigos… nos abrieron la puerta y ahí pasamos la noche buena con esta gran familia con un gran corazón que habían cerrado el restaurante para tener una cena familiar… Esto si que es ser hospitalario!! Qué gente, qué ambientes… qué más se podía pedir…

Día 25, seguimos la marcha.. de Comitán vamos a las Lagunas de Montebello, vamos visitando varias lagunas que están bastante distantes la una de la otra. Aquí alquilamos un carro con piloto que nos iba llevando a los distintos lugares. Regresamos a Comitán para pasar la noche y de nuevo una familia nos dio jalón. Geniales estos mexicanos!!!

Día 26, cascadas el Chiflón, caminar y caminar, subiendo hasta llegar a la más alta y empaparnos de arriba a abajo, pero mereció la pena. Ese mismo día regresamos a San Cristobal de nuevo, para tomar el siguiente bus que nos lleva a Puebla, pasamos la noche viajando hasta madrugar en la ciudad. Una ciudad también con mucho encanto, ciudad universitaria y con muchos rincones muy curiosos… Ahí quedamos con un amigo, que nos estuvo enseñando la ciudad y las ruinas de Cholula. Sólo pasamos una noche ahí, pues teníamos que seguir nuestro camino para llegar al departamento de Hidalgo. De nuevo nos reencontramos con la compañera, mexicana que nos esperaba en la estación de autobús… ya por fin estamos todas y todos juntos!!!

Un amigo de ellos, nos va haciendo una ruta por el departamento, visita a las grutas, el Palmar, Tolantongo y el Cedral. Para pasar la noche del 31 con la familia de nuestra amiga, comiendo comida típica, con más amigos, familiares, primos, primas, hermanos… una auténtica cena familiar mexicana!!!

Ya se van terminando nuestros días de paseo. Día 1, dirección al DF, para tomar nuestro bus hasta San Cristóbal. En el DF sólo pasamos unas horas, en las que estuvimos paseando por la ciudad vacía, dónde se podía pasear por las calles sin ningún vehículo por medio… hasta que poco a poco como zombies van despertando de sus cuevas y la ciudad va tomando el aspecto del día a día, una ciudad bulliciosa, con movimiento y mucha actividad.

Llegamos a San Cristóbal tras 13 horas de viaje nocturno. De ahí tomamos otro autobús que nos acerca hasta la frontera, sellamos de nuevo nuestros pasaportes y cruzamos en taxi hasta la parte guatemalteca… De ahí comenzamos a caminar con nuestras mochilas a la espalda, con el cansancio acumulado de varios días sin apenas dormir y sin descansar… Los chicos van por delante, y les paran unos simpáticos guatemaltecos que van dirección a Xela, y amigablemente se ofrecen a darnos jalón hasta allí. De nuevo tuvimos suerte en encontrar gente tan hospitalaria, una vez más esto demuestra que todavía quedan personas con buenas intenciones y dispuestos a ayudar desinteresadamente…

Tras 27 horas de viaje, por fin llegamos a nuestra querida Guatemala…

Y para terminar, ahí os dejo una frase de Margarita Pisano de Chile, «El cuerpo tiene la capacidad del sentir y del emocionar; es el único instrumento con que tocamos la vida. A través de la historia el cuerpo ha sido y es el lugar político por excelencia, es uno de los lugares desde donde podemos retomar las pistas para transitar a una otra cultura que lo contenga y no lo niegue».

Sigo Viajando, conociendo nuevos mundos…


One thought on “Un extraordinario viaje por el corazón de México

  1. Extraordinario relato, lleno de aventuras, pero sobre todo de humanidad en el amplio sentido de la palabra: acogida, amistad, alegría compartida… Enhorabuena por la experiencia.

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