Texto y fotografía de Kike
GrØnland, es el barrio inmigrante. La zona rica y moderna siempre fue el Oslo oeste. Ubicado en el Oslo este, es una zona en desarrollo, donde encontraremos muchos bares donde comer barato y tiendas exóticas. Aconsejamos el Café con Bar (Brugata 11) y el Dattera til Hagan (grØnland 10). Un poco más arriba está GrunnerlØkka, la zona más “trendy”, joven y actual de Oslo. Allí encontraremos muchos bares, restaurantes modernos, no tan baratos con en GrØnland, llenos de gente joven; y tiendas de diseño. Entre ellos está el Mucho Más (Thorvald Meyers gate 36), Villaparadiso de pizzas, el Parkteatret bar, donde suelen dar conciertos en directo, el el OsloMekaniske (tØyenbektan 34), aquí también se pueden tomar copas por la noche en un ambiente agradable y tranquilo.
Si vamos hacia el Oslo oeste encontramos lugares de tiendas exclusivas de marca y bares más caros. El Lorry Restaurant (Parkveiven 12) se podrá comer bastante bien rodado de una decoración de principios de siglo. En el Champagneria veremos a mucha rubia nórdica, además de comer bien. Es un restaurante bastante conocido. Se recomienda pasear por Hegdehaugsveien que presenta mucho bullicio.
Si hay algo que diferencia a Oslo del resto de las ciudades escandinavas es su marcha. No suelen ser ciudades dadas a la vida exterior, nunca en invierno pero cuando el sol hace presencia, en los meses de junio, julio y agosto. La ciudad cambia totalmente. Pero por la noche Oslo se transforma, da igual que nieve o haga calor.
En John’s Bar, (Universitetgata), cerca de Karl Johan gate y la universidad, podrás encontrar musica altenativa y gente dispuesta a todo. Las copas se dan en dos tamaños, uno corto y otro largo. El largo lo podemos considerar como una copa corta en España. En esta calle y en Kart Johan existen más bares y discotecas, pero de ambiente y música más comerciales. Por la zona de GrunnerlØkka el Cafémono, muy similar al Johnsbar, con mejor música para mi gusto y el Internasjonalen en Youngstorget.
Este país, que es ecológico, que cuida el medio ambiente, se fuma mucho, y eso que está mal visto. Todo el mundo sale afuera a fumar ¡en mangas de camisa¡, y sinceramente, no creo que el placer de fumar compense para aguantar el frío que nos hizo los días que estuvimos allí. Eso sí, ni una colilla en la calle. Civismo sobre todo.
Texto y fotografía de Kike
